El objetivo estaba cumplido. Tigre se quedaba en Primera y sobraba una fecha. El destino quiso que el rival se jugara el campeonato y eso le daba un condimento extra. Pensando en el futuro, debíamos sumar de a tres… Y lo hicimos.
Uno creía que se iba a jugar relajado, sin presiones, sin arriesgar las piernas, pero no. Se jugó con dientes apretados, con el único objetivo de darle a su gente una despedida en casa como se merecía. El 0 – 1 tempranero no influyó. Tigre lo buscó siempre, con sus limitaciones pero con muchas ganas. Estos jugadores querían terminar de la mejor manera y se notaba que no les gustaba la idea de regalar una vuelta en sus propias caras.
Y el abanderado fue el menos pensado, el que deberá volver a México, el jugador que no es el del club pero que en estos seis meses defendió la camiseta como si hubiera jugado desde chiquito en el Matador: Ariel Nahuelpan. El pelado la rompió, contagió a todos con esa presión agobiante, bancándose a dos centrales durísimos, asistiendo a Itabel y Godoy para dar vuelta el partido, y casi poniéndole el moño con una chilena para cerrar el estadio.
Pero a no confiarse. Tigre deberá corregir mucho de cara al futuro, los errores de partidos pasados se volvieron a repetir. Aunque en esta oportunidad no se haya tenido que pagar caro, todo Estudiantes probó de afuera con una pasividad alarmante.
Quedará en el recuerdo esta campaña, unos escalones por debajo de otras seguramente, pero a no olvidarse de lo positivo. Se sufrió, se fue de menor a mayor, con algunos baches en el medio. Finalmente aparecieron esas promesas de las inferiores que pasaron a ser realidad, como Arzura, Itabel y Godoy. Porque quizás sea el último torneo de Castaño, que más allá de su nivel actual, fue parte importantísima de esta rica historia de Tigre en la última década.
Ahora todo está en manos de la dirigencia, que deberá afinar bien la birome y no equivocarse de cara a lo que se viene. Alegre hizo su trabajo pero quizás sea el momento de un cambio, muchos jugadores se irán, otros volverán, y no debemos cometer los errores de años anteriores.
Falta mucho para volver a gritar y delirar por Tigre... ¡¡Muchísimo!! Ahora a descansar, a buscar algún hobbie para pasar el tiempo y a creer que podemos volver a ser protagonistas como hace un par de años, tanto acá como en el continente.
Por lo menos, así lo siento yo.ADELANTADO MATADOR - @Matador1MA
Uno creía que se iba a jugar relajado, sin presiones, sin arriesgar las piernas, pero no. Se jugó con dientes apretados, con el único objetivo de darle a su gente una despedida en casa como se merecía. El 0 – 1 tempranero no influyó. Tigre lo buscó siempre, con sus limitaciones pero con muchas ganas. Estos jugadores querían terminar de la mejor manera y se notaba que no les gustaba la idea de regalar una vuelta en sus propias caras.
Y el abanderado fue el menos pensado, el que deberá volver a México, el jugador que no es el del club pero que en estos seis meses defendió la camiseta como si hubiera jugado desde chiquito en el Matador: Ariel Nahuelpan. El pelado la rompió, contagió a todos con esa presión agobiante, bancándose a dos centrales durísimos, asistiendo a Itabel y Godoy para dar vuelta el partido, y casi poniéndole el moño con una chilena para cerrar el estadio.
Pero a no confiarse. Tigre deberá corregir mucho de cara al futuro, los errores de partidos pasados se volvieron a repetir. Aunque en esta oportunidad no se haya tenido que pagar caro, todo Estudiantes probó de afuera con una pasividad alarmante.
Quedará en el recuerdo esta campaña, unos escalones por debajo de otras seguramente, pero a no olvidarse de lo positivo. Se sufrió, se fue de menor a mayor, con algunos baches en el medio. Finalmente aparecieron esas promesas de las inferiores que pasaron a ser realidad, como Arzura, Itabel y Godoy. Porque quizás sea el último torneo de Castaño, que más allá de su nivel actual, fue parte importantísima de esta rica historia de Tigre en la última década.
Ahora todo está en manos de la dirigencia, que deberá afinar bien la birome y no equivocarse de cara a lo que se viene. Alegre hizo su trabajo pero quizás sea el momento de un cambio, muchos jugadores se irán, otros volverán, y no debemos cometer los errores de años anteriores.
Falta mucho para volver a gritar y delirar por Tigre... ¡¡Muchísimo!! Ahora a descansar, a buscar algún hobbie para pasar el tiempo y a creer que podemos volver a ser protagonistas como hace un par de años, tanto acá como en el continente.
Por lo menos, así lo siento yo.ADELANTADO MATADOR - @Matador1MA
