Vivir del pasado puede causar depresión o, en el mejor de los casos, melancolía. Vivir pensando en el futuro genera ansiedad. Pero este presente de Racing da asco. Ergo, mejor imposible.
Cuesta creer que hasta lo más simple, lo harto evidente, se transforme en cubo mágico manipulado por daltónicos. Es inconcebible que a mil doscientos kilómetros, sentado frente al televisor, un simple hincha, como yo, se dé cuenta de que van a echar a un jugador y el técnico lo ignore. Después de la amarilla, la actitud de Gabriel Hauche evidenciaba su candidatura a la expulsión. Le comenté a mis amigos: “Si no lo saca, lo echan”. A los dos minutos: patada voladora, expulsión, infracción, córner, gol, partido perdido.
Este grotesco error fue la última pieza de un dilatado dominó que viene arrasando piezas desde hace meses. Meses de eventos desafortunados e incompresibles. Un botón de muestra que sobra para dejar al descubierto tanta desidia y estupidez. Si no te das cuenta de algo tan obvio, dejá el fútbol. No calificás siquiera para interino, aunque tengas que lidiar con lesionados y jugar con suplentes. Ese horror dio por finalizado el encuentro.
Lo rescatable: se terminó la pesadilla. Un nuevo logro negativo de una gran institución manejada por gente impresentable y pisoteada por mafiosos. Porque, cuando uno piensa que más bajo no se puede caer, nuestra vapuleada academia perfora el piso y construye un nuevo subsuelo, sótano o mazmorra donde flagelarse.
Ahora, se habla de Gareca. Y no sólo no me disgusta sino que lo encuentro apropiado para la situación. Quizá sea otro eslabón más desta cháchara hueca pero, de concretarse, el tigre exigirá ítems que nuestro club olvidó. Es decir, este técnico firmará el contrato si ve proyectos a largo plazo, promoción en inferiores y una cordial relación con la AFA. A no olvidarse que proviene de Vélez, club de pocos hinchas pero mucha congruencia.
Volveremos a encontrarnos después del mundial. Roguemos que en otro contexto y con un equipo que represente la gloria del primer grande del fútbol argentino. Racing Club. Una pasión inexplicable.
Un cordial saludo y mi agradecimiento a todos quienes visitan esta página.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO