Hay equipos que nacen grandes, que desde su fundación arrancaron su fútbol en la máxima categoría. Que tienen estadios descomunales, de dos o tres bandejas, y que mueven millones de personas. Campeones de copas internacionales. Que tienen hinchas acá y en otros continentes, hasta en el país más recóndito que puedas imaginar.
Hay equipos que tienen sponsors que por temporadas reciben millones y millones de pesos. No sólo de los sponsors sino también de la televisión y otras tantas publicidades. Que manejan presupuestos inauditos, y que así y todo viven repletos de deudas. Que no tienen proyectos a largo plazo. Que a pesar de esas deudas siguen contratando a los mejores jugadores y gastando plata sin ningún control, remodelando estadios que nunca terminan sus respectivas construcciones.
Hay equipos que son sostenidos por la AFA, que se mantienen jugando en primera y que también lo hacen en las copas internacionales, y uno no sabe cómo lo hacen. Que consiguen en pocos años lo que muchos en toda su historia. Que tienen el respaldo del “jefe”, ese que día a día ensucia cada vez más nuestro fútbol.
Hay equipos que nunca salieron campeones. Esos que tienen más de cien años de historia y no saben lo que es dar una vuelta olímpica. Los que hablan antes de tiempo. Que son la burla de todas las hinchadas.
Pero entre tantos equipo yo prefiero quedarme con el que elijo todas las semanas. El que levantó el estadio a base de esfuerzo y sacrificio. El que hace que cada fin de semana infle el pecho de orgullo ante la hegemonía de los más grandes. El que tiene proyectos a largo plazo. Que sabe, como digo siempre, de donde viene y hacia dónde va. Que transita cada semana con la parsimonia del que sabe que hace bien las cosas. Que no tiene deudas. Que tiene un club ordenado, con una hinchada honesta que empuja siempre, en las buenas y en las malas.
Yo no pido mucho. No quiero tener el estadio más grande ni tampoco quiero que seamos millones por todo el mundo. Soy de los que se pone contento cuando me encuentro con otro hincha Aurinegro en otra ciudad, provincia o país. Soy de los que intenta explicarle a un hincha de Boca lo que es caminar por la Av. Colón para llegar al glorioso Carminatti, ¡Qué lindo es el Carminatti!
Soy de los que festejan la permanencia a muerte. Que espera el domingo para gritar un gol y así abrazarme con mi viejo y mis hermanos. Dame más momentos como estos, y te juro que soy feliz para siempre.
La pucha, que lindo es ser de Olimpo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO - @joaquincamicia
