La extrañísima costumbre de Ramón de renunciar a la gloria luego de obtenerla viene de larga data. En 2000 mostró el primer síntoma, cuando se fue de River luego de ser campeón del Apertura 1999, algo que repitió en 2002, tras ganar el Clausura de ese año. Pero el colmo llegó en 2014, cuando dimitió luego obtener la doble corona en siete días. Su comportamiento motivó la conformación urgente de un Congreso de Expertos en Tratamiento de Desórdenes Neurológicos, tendenciosamente titulado por la prensa como el “El Congreso Mouche”.
El 2015 fue un año de relax para el riojano famoso menos funesto de la Argentina. A Ramón no le faltaban ofertas de equipos nacionales y extranjeros, pero el DT no aceptó ninguno de los ofrecimientos. El problema se presentaba cuando el entrenador leía las cláusulas de los contratos, que exigían desde renovaciones semanales hasta propuestas que incluían el uso de esposas, cadenas, grilletes y piedras de esclavo, a fin de asegurar la continuidad del técnico. La oferta era tan variada que algunos equipos ofrecían “contratos a voluntad de Ramón”, con la única restricción de que no hubiera dentro del cuerpo técnico ningún otro individuo que fuera de apellido Díaz y cuyo nombre comenzara con la letra “E” y terminara con “miliano”, y que no existieran vínculos con “malevos” ni con “rayos”, a fin de mantener la bonhomía y el buen clima en el vestuario.
La vuelta de Ramón Díaz como director técnico se produjo recién hacia mediados de 2016, cuando firmó por dos años con la flamante institución del barrio de Liniers: San Lorenzo de Almagro. El objetivo era ganar la Copa Libertadores de 2017 o, al menos, alcanzar lo conseguido en la edición del año anterior, donde el equipo de Tinelli había caído en la final contra el Huracán dirigido por la dupla Ángel Cappa-Coco Silly. Tras un buen arranque, pasó de ronda invicto, para después consagrar a San Lorenzo campeón por primera vez en su historia de ese torneo. Llorando desconsolado en pleno Morumbí, Ramón anunció: “Esto e’ una de la’ cosas mà’ linda que te da el fulbo… le agradezco a todos, e’ muy lindo renunciar así”. El mismísimo Papa Francisco envió una carta a Díaz llena de bendiciones agradeciéndole el logro, lo que provocó la renuncia de Ramón también a su fé católica.
Para 2018, Ramón fue elegido como el mejor DT de Sudamérica, en la tradicional ceremonia que realiza el Diario El País de la provincia argentina de Uruguay. El riojano, para no perder la costumbre, no acudió a la ceremonia de entrega de la distinción. A pesar de ello, y gracias a una gran gestión de su hijo Emiliano, quien le prestó una de las notebooks que tenía desde su paso por Independiente, Ramón se dirigió a los presentes por Skype. La multitud se llevó un mensaje lleno de humildad de parte del excelso entrenador. Primero, sostuvo: “Ante’ que nada, mucha’ gracia’, pero este premio no me corresponde. Yo no soy el mejo’ DT de Sudamerica, yo soy el mejor DT de la Galaxia, y alrededore’. Gané con todo’ lo’ clube’ que dirigí, y con lo’ que no dirigí, también”.
Para 2020, Ramón asumió un nuevo desafío en un club donde había brillado en el pasado: el Oxford United. El tema del idioma no fue un problema para el DT, ya que las únicas palabras que usaba eran “go, go, go, camon, camon, camon”. La campaña del humilde equipo inglés fue sensacional: obtuvo la Liga, la FA Cup y la Carling en el mismo año, con un presupuesto más bajo que el de Mandiyú de Corrientes. En el medio de las celebraciones en la Plaza de Oxford, Ramón, desde arriba del micro que los paseaba, tomó la palabra y les dijo a unos emocionados 241 hinchas: “Esto e’ para ustede’. Fue un año de mucho sacrificio que no voy a olvidar. ¡¡Vamo’ por la Champions el año que viene!!”. Al bajarse del bus descapotable, Ramón presentó su renuncia de forma indeclinable.
En 2021, Ramón recibió una oferta que no pudo rechazar: era su River, su amado club, el que le dio todo y por el cual él daría la vida. “Arreglamos en dos minutos, Ramón es River” dijo el Presidente millonario, Pablo Lunati. Tras una investigación llevada a cabo por el otrora Jefe de la SIDE, Elio Rossi, salía a la luz que Díaz cobraría 12 millones de dólares por semestre, más porcentajes de 16 juveniles. Más allá de esos datos maliciosos que no entienden de amor, Díaz revivió a un River que merodeaba por la mitad de la tabla. Con la conducción del riojano, el Millonario obtuvo de manera invicta el despolitizado Torneo Anual “Macri Facho y Corrupto” . Cuando todos esperaban la inevitable renuncia del DT tras el nuevo logro, Díaz sorprendió cuando comunicó: “Voy a renovar, esta es mi casa”. Sin embargo, Ramón renunció al día siguiente. Cuando la prensa lo acusó de incumplir sus dichos, el riojano se excusó: “Lo que quise decir es que iba a renovar mi casa. Puse un sillón nuevo en el living y cambié las sillas”.
Ramón nunca más se volvió a poner el buzo de DT. Excepto un día de invierno que la mujer le había puesto a lavar los dos pijamas. Desde Un Metro Adelantado felicitamos al simpático Riojano por el premio “De la Rúa”, y no perdemos la esperanza de volverlo a ver en una cancha dirigiendo y renunciando.
ADELANTADO DEL TIEMPO