Estos partidos que estamos jugando no tienen ningún sentido. Ya con el descenso consumado, podemos parar 11 postes que da lo mismo. Tal vez sirvan como entrenamiento, pero solo eso. No se les puede pedir a los jugadores el mismo ímpetu. Por más que los jugadores se mentalicen, cuando venís tan mal y, sumado a eso, te clavan a los 2 minutos, cualquier cuota de ganas que se pueda tener, se desvanecen.

Por eso, el partido con Quilmes no tenía ningún sentido. Lo que más me llamó la atención fueron los comentarios hechos post partido. ¿Qué necesidad hay de defenestrar a los jugadores por cómo jugaron? ¿Para qué se hace? Estoy cansado de tener que leer entrelineas. Estoy harto de que los medios oficialistas tiren para su lado y que los opositores tiren para la dirección opuesta. De esta forma no vamos a progresar. ¿Qué necesidad tiene Caruso de cuestionar la propuesta de Borghi? Si él se fue solito.

Ya descendimos, ya no hay nada que lo cambie. Ahora tenemos que dejar de cuestionar, dejar de hablar y hablar, y empezar a juntarnos en un bar, tomar un café y tomar una decisión conjunta. Por el bien de todos.

Por lo menos así lo siento yo.