Hace casi cuatro años sorprendimos al mundo del fútbol cuando goleamos a Central en Arroyito y logramos volver a Primera, y de ahí en más todo lo que vino fue bueno. Cierto es también que muchos pensaban que estaríamos de paso y que sería muy efímero, pero contrariamente y sosteniendo las ideas que nos llevaron a lograr dos ascensos fuimos creciendo firme y decorosamente.
Todo estaba medianamente bien hasta que el presidente, Roberto Bugallo, decidió que era el momento de dar un “salto de calidad”, que paradójicamente nos empujó hasta este descenso. El hombre que dijo tener “espaldas” para sostener esto siguió fallándole al socio, al hincha, a los jugadores y a los empleados de club sistemáticamente.
Dentro de toda esta angustiosa situación hay que destacar el ejemplar comportamiento de los hinchas, que con el descenso consumado aplaudieron al equipo, y lejos quedó el suponer lo que en muchas otras ocasiones sucedió en nuestro fútbol como suspender el partido, invadir el campo o arrojar objetos, entre tantas otras artimañas lamentablemente conocidas. Nos fuimos con la frente en alto.
Lo que queda ahora es cumplir con estas 2 fechas que faltan y plantear la idea de refundar el club con dirigentes dignos, que no vendan espejitos de colores, que piensen socialmente en All Boys y tratar de aprovechar el nuevo torneo del Nacional B que otorgaría 10 ascensos a Primera dentro de 6 meses.
ADELANTADO ALBO
Por lo menos así lo siento yo.
