Cuando uno es estudiante, hay ciertas cosas que quedan grabadas, sobre todo el trato con los profesores, especialmente si uno te deja una enseñanza que podés usar en varios aspectos de tu vida. En primer año de Programación, ocurría una situación que era, para nosotros, algo que causaba simpatía: En un examen cuando un alumno hacía demasiadas preguntas, le última respuesta del profesor era “Vos dale con fe”. Esto desnudaba la poca preparación del alumno, naturalmente, e invitaba a dejar echada a la suerte el resultado del examen.
Años después, podemos analizar esta frase de otra manera: Cuando no tengas muchos recursos técnicos a tu alcance para realizar una tarea, hay que tener esa cuota de empuje, de Fe, que te puede permitir lograr el objetivo de otra manera.
Sabido es desde antes de que comience el torneo, que Colón iba a tener un plantel sumamente disminuido con respecto al del año anterior y con menos experiencia para afrontar este momento, uno de los más difíciles en Primera División.
Recuerdo cuando confirmaron a un tal Diego Osella para dirigir el rumbo de este plantel de chicos, a más de uno se le fueron las ilusiones al séptimo subsuelo. Demás está explicar la campaña que logra este plantel y Cuerpo Técnico, la magnitud de la misma será reconocida con el tiempo.
Estoy convencido de que Osella tomó un plantel donde conocía algunos integrantes por su anterior paso, pero que hasta a él le sorprendieron algunas aptitudes de chicos que nunca habían tenido la posibilidad de mostrarse, y me permito fantasear al actual DT repitiendo la frase de aquel profesor. Me imagino que, a falta de recursos técnicos, de experiencia y tranquilidad en algunos casos para afrontar situaciones delicadas como la actual, bien viene “darle con Fe”, y sacar a relucir ciertas virtudes que no todos pueden ver, y que sorprendieron a más de un equipo de Primera División.
Queda una sola batalla en esta guerra, el destino quiso que se puedan saldar las cuentas con el mismo rival con el que empezó la catástrofe. Imagino miles de almas traspirando junto a los 11 que tienen la suerte de entrar a la cancha con nuestros colores en la piel.
Hincha sabalero, este grupo de pibes que hoy nos representan pueden no tener la riqueza técnica, la experiencia, la sapiencia y las mañas de muchos contrincantes, pero si hay algo a los que pocos pudieron igualar es la Fe para pasar este mal momento, para tirar de este carro que pesa varias toneladas, Fe en que la próxima pelota va a pegar en el palo y va a entrar. Solamente así podemos lograr el objetivo de todo el pueblo sabalero, quedarnos en el lugar que pertenecemos, por historia y grandeza, por la gente. A este equipo le dieron una vida más, convenzámonos de que no la va a desperdiciar.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO SABALERO - @Piguyi2011
