Siempre un partido con los Grondona Boys es
raro. Los cagaste a pelotazos, tenés el 80% de la posesión, pero ellos de
alguna forma mágica, patean 2 veces y meten 3 goles. El partido de este fin de
semana, a pesar de no ser así, no fue la excepción. Voy a pasar a explicar por
qué.
En primer lugar, un Mariano Echeverría que se
parece a Arda Turan clavó dos goles en 7 minutos, para dejar al equipo más
perdido turco en la neblina. Un rato después, Muñoz patea de la peor forma
posible, y de una forma inexplicable, termina vulnerando a Limia, que me parece
que le tuvo lástima al pobre Fabián.
Sin embargo, lo más raro de todo fue que… ¡nos cobraron un penal! ¡Contra Arsenal! ¡En Sarandí! Exquisita definición de Lucas para poner un empate que a esa altura ya era justo, y no era un mal negocio con el desastre que había sido nuestra defensa. Casco nunca se halló de lateral derecho, y la verdad que Lazzaroni, en palabras de mi hermano, es “limitado, y eso si soy suave”.
En líneas generales, un partido malo. Los
cambios no hicieron demasiado, la defensa hizo agua por todos lados, y encima
el burro de Zelaya, que se había comido por lo menos tres mano a mano, tira un
ponchazo de afuera del área y la clava contra el palo. Es el karma, me pasa por
putearlo todo el partido…
No creo que sea tan pero tan preocupante el
nivel del equipo. Se logró acomodar en una cancha complicada, y perdiendo 2-0
casi desde el vestuario. Lo que sí me
asusta es que se siga dilatando el tema del DT. Con el Loco instalado en
Francia, y el Toto casi seguro en Chile, el Tigre parece ser la única
alternativa potable. Ojalá los
dirigentes presten atención a Lucas y el Gringo, y resuelvan este tema pronto.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO - @Fran_Cinelli