A fuerza de ser sincero, a esta altura el ascenso de Independiente a Primera División parece verdaderamente un milagro.
Esta reflexión no pretende caer en el lugar común de comenzar a criticar, describir esta crudísima realidad y caerle duramente a Javier Cantero. Ya todos sabemos quién es quién y las diferentes responsabilidades.
Simplemente intentaré reforzar el concepto que vertí la semana pasada ("Concentrarnos y focalizarnos") en la cual basé mis palabras invitando a todo el mundo Rojo a concentrarnos y focalizarnos.
Desde ya que es totalmente comprensible que las diferentes áreas se relacionen y se afecten. Es decir, es lógico que los asquerosos manejos dirigenciales repercutirán en el cuerpo técnico y plantel y los flojos rendimientos pondrán los nervios de punta de la platea y popular, pero tenemos que dividir, tenemos que ayudar.
Es trabajoso y significa un esfuerzo, pero de nuestro lugar de hinchas sólo tratemos de alentar y apoyar al equipo incondicionalmente. Atravesamos una profunda crisis y no tenemos demasiadas opciones. Y, desde ya, los nervios y ansiedades no son buenos consejeros.
Lo mismo para Omar De Felippe, equipo de trabajo y jugadores. Es complicado mantenerse ajeno a la confusión general, pero la única alternativa es trabajar el doble y doblegar energías; para reducir al mínimo posible el margen de error dentro del campo de juego.
Y en cuanto al sector directivo, cuidar al club, sin agresiones ni violencia, bregando por la calma general y contar con la chance de llamar a elecciones rápidamente (mitad de año aparece como lo más temprano).
Independiente necesita de todos nosotros, de nuestro esfuerzo, paciencia, calma y grandeza en momentos de dificultad.
P-D: Gracias Hernán Fredes por regalarme ese mágico momento de fútbol.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO - @GastonIbarra