Incalculables son las veces que se ha expresado la disconformidad ante el rendimiento de un grupo de jugadores y de la decisión del entrenador de mantenerlos en cancha o seguir con la misma idea pese a los malos resultados obtenidos con esa fórmula. Sin embargo, mucho no se podía hacer teniendo en cuenta que los que parecía que llegaban (Vera y Depetris) -fundamentales- finalmente no lo hicieron y Atlético tuvo que conformarse con lo que tenía. Para confirmar esta hipótesis, los casos de Ferreira, Eluchans y Canuhé volvieron a mostrar lo habitual. Es decir, un nivel opaco y demasiado chato, lo que hace volver a plantear... ¿Por qué no se les da oportunidad a otros y el equipo rota para bien?
Adelante hubo explosión y la pelota no entró más veces solo porque estuvo el “Chino” Saja en el arco rival para tapar dos acciones clarísimas. El medio titubeó entre lo bueno y lo malo, con Bastía siendo el más claro y llegando al gol. La defensa sufrió mucho el movimiento constante y la velocidad de los delanteros de Racing, y los goles, aunque ya suene redundante mencionarlo, vinieron por el lado izquierdo, sí, de Eluchans.
El equipo dejó dudas, y a pesar del buen funcionamiento cuando juega en casa, volvió a sufrir lo que ya había padecido ante Belgrano, de estar arriba en el marcador, equivocarse a la hora de cubrir el área dentro y fuera y terminar perdiendo o, en este caso, empatando un encuentro que era vital ganar para reflotar la confianza perdida en Bahía Blanca.
El sufrimiento en el Monumental si no está, se queda sobrevolando en el aire, las cosas no salieron como se esperaba y para seguir con esto de pasarla mal, Fede González se lesionó y estará un mes out. ¿Qué pasará esta noche en La Paternal? ¿Vuelven las sonrisas o seguiremos sufriendo? Esperemos que la alegría vuelva a invadir la ciudad.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CREMOSO - @ExequielMelano
