Las perspectivas que había antes de comenzar el campeonato se fueron transformando en realidad.
El Albo pasa por una crisis en la que lo deportivo, hasta podría decirse que, es lo menos grave. A todo lo conocido que ocurrió –falta de pago, muchos jugadores que se fueron, la imposibilidad de incorporar, etc.- se sumó que 72 hs. antes del partido los empleados del club amenazaron con no abrir el estadio para el partido ante San Lorenzo, también por falta de pago y una importante deuda acumulada.
El domingo, All Boys entró a la cancha sabiendo lo que se estaba jugando, con un esquema un poco más ofensivo y pensando en el arco rival. De arranque nomás el palo negó el gol y apenas pasado el cuarto de hora Cámpora puso el 1-0. Era todo del equipo de RRDT. San Lorenzo se vio obligado a ir a buscar y salió un poco pero no llevaba claro peligro al arco de Cambiasso, los avances del Ciclón fueron creciendo en agresividad pero dentro de todo el Albo lo podía contrarrestar.
En el segundo tiempo fue todo al revés, salvo 10 minutos de paridad, fue todo del visitante: All Boys fue una sombra, no llegó con peligro jamás y solo le quedó fuerzas para tratar de aguantar el partido y de tanto meterse atrás llegó lo inevitable. Primero Matos (ley del ex full) y después Kanemann resolvieron el partido en los últimos 10 minutos. All Boys nunca pudo hacer pie en el medio, no supo dar pelea ni salir de contra con los espacios que dejaba San Lorenzo cuando iba hacia adelante, el repliegue fue demasiado como para sostenerlo durante tanto tiempo.
Párrafo aparte para el participante N°23 del partido, el árbitro Andrés Merlos que tuvo un juego para el olvido. No necesariamente te tienen que anular un gol legítimo o cobrarte un penal inexistente en contra para inclinar la cancha, este tipo lo hizo de a poco, con faltas menores, evitando sacar tarjetas y permitiendo el juego brusco más de un lado que de otro. Lo más grosero fue una amarilla para Torassa (que fue expulsado cuando terminó el partido) por una supuesta simulación, y cuando una situación igual se dio en el otro área, evitó amonestar a Correa que ya tenía amarilla cuando el partido nos favorecía en el marcador. Siempre lejos de la jugada, haciéndose notar por la ampulosidad de sus gestos y falto de carácter, este tipo también sumó para nuestra derrota.
La única que nos queda es sumar más que el Tomba de acá al final del torneo y rezar para que los que están más abajo no ganen muchos puntos para seguir siendo de Primera.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO
