Que la cancha aguanta. Que el drenaje está preparado para no sé cuántos ml. Que se juega. Que no se juega. Que hay que esperar la decisión de Lunati. Muchas especulaciones hasta que al final se supo lo que nadie quería: el partido se suspendió.
Se suspendió justo cuando todos estábamos ansiosos por ver a Gaona Lugo desde el inicio. Sabemos que el ex-Boca viene de un periodo largo de recuperación, pero cada vez que le tocó entrar respondió con creces. Gambeta y velocidad que se acompañan con desbordes constantes, el paraguayo parece ser la carta ofensiva a la cual confía Perazzo para apostar por un Olimpo más decidido al ataque.
Se suspendió justo cuando los Aurinegros necesitábamos revancha después de habernos quedado con las manos vacías la semana pasada. En ese partido que se nos escapó pero que lo jugamos con el corazón en la mano, donde Gaona Lugo se ganó la titularidad. Donde todos, y cada uno de los muchachos, volvieron a defender de manera gratificante los colores de nuestra gloriosa institución.
Se suspendió el partido, pero lo que no se suspende nunca son esas ganas incontenibles de ver a mi querido Olimpo. Y más sabiendo que quienes nos representan lo hacen de tal manera, mordiendo y presionando en cada rincón de la cancha. Con una característica que, partido a partido, no deja dudas: la actitud. Sabemos que este equipo puede jugar bien o mal, ganar o perder, pero también sabemos que dejan todo en cada partido y que no nos van a defraudar.
Estamos ahí, con el objetivo latente, conscientes de que todavía necesitamos esforzarnos más para poder lograrlo. No sé cuantos puntos nos falta, algunos dicen nueve, otros diez. Yo hoy te digo que lo único que me importa es ganarle a los virgos del Lobo. ¿Cómo? De la forma que sea: con gol de penal, en contra o “un metro adelantado”. En fin, hay que ganar.
Pero latente está también el corazón de todos nosotros, los hinchas, que cada partido bombea más fuerte y se hace sentir con rigor. Y eso los jugadores lo notan. Lo notan y desde el verde césped nos lo devuelven. Porque cada vez que salen a la cancha, me demuestran que sienten los colores y que los llevan adentro como lo llevo yo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO - @joaquincamicia
