Qué locura por favor, impresionante!!! Que golazo y qué manera de sufrir!!! Menos mal que entró esa pelota, tan justita, tan hermosa, cargada con la energía de miles de dedos cruzados, de puños cerrados, de dientes mordiendo rosarios hechos con bolitas blancas y rojas, de corazones quietos, expectantes, y ojos cerrados que claman a esta puta vida “¡una! ¡Solo una!”. Y esta vez, llegó, milagrosa, esquinada, emocionante, perfecta…

Se dieron todos esos condimentos que hacen que un partido se transforme en esos encuentros bisagra. Esos partidos que marcan tu camino, o la peleas o te quedas afuera. Esta vez el globo hizo lo que tenía que hacer y pudo torcer un resultado que parecía puesto. Además, se derrotó a los fantasmas propios, a la estadística de visitante y al ladrón del referí que les regalo ese penal miserable. Todo se dio de manera perfecta e inesperada. Cuando llegue el final del campeonato y miremos atrás, no la vamos a poder creer… Eduardo Domínguez, entendes?? Increíble.

La verdad que no tiene mucho sentido hablar del partido en sí, todos lo vimos y cada uno tendrá sus impresiones, pero si vale la pena destacar las ganas, los huevos, las lágrimas y la carita de “me la pusieron” del infame técnico de los mendocinos.

Lo que queda no es fácil, mejor dicho, es difícil. Son muchos equipos peleando por un solo lugar y a Huracán no le sobra nada, de hecho, con el del sábado, tenemos un milagro menos.

Me toco el testículo izquierdo con la mano derecha y con la otra escribo que a priori tenemos un fixture accesible como para ilusionarnos. Esto no significa que vamos a ganar los siete partidos que quedan, lo que según creo, nos daría el ascenso. Pero por lo pronto, los próximos dos son de local y si bien uno es contra Banfield, bien podemos hacer valer nuestra localía y la paternidad que les tenemos. Después visitamos a Villa San Carlos, que ya esta descendido. Imagino que dentro de tres fechas, ya no seremos tantos equipos luchando, creo que alguno se va a caer y si el globo se mantiene expectante les va a meter presión a los de arriba.

Lo bueno del triunfo de visitante es que puede servir para enderezar la pobre campaña en esa condición donde solo cosechamos el 35% de los puntos en juego y, sin dudas, mostramos las peores performances. Perdimos muchos puntos boludos saliendo del Ducó y tenemos la posibilidad de recuperarlos ya que los tres partidos de visitante que nos quedan son contra equipos que hoy están descenso (Villa San Carlos, Talleres y Almirante Brown).

Igual, les digo la verdad, le tengo más miedo a la AFA que a cualquier otra cosa. Hubo mucho escándalo con la salida de Cantero del rojo y me parece que ahora que lo fueron, Independiente va a empezar a ganar. Bueno, ya ganaron, les regalaron un penal y curiosamente a Huracán le inventaron uno en contra y a Crucero del Norte lo mismo (incluso a ellos también les cobraron un gol en posición adelantada). Obvio que Huracán tiene que ganar contra todo y todos, pero si es así, va a estar mucho más difícil todavía. Ojala sean solo secuelas que me han quedado de un pasado conspirativo y paranoico.

Esta semana pasa rápido, en tres minutos ya es viernes y hay que salir para el Ducó. Vestiste bien, que se vea grande el globo, no dejemos pasar la posibilidad de hacer una fiesta, de darnos alegría y de contagiar ilusión. Es difícil, pero la vamos a soñar y pelear hasta el final. El que abandona no tiene premio y nosotros vamos por todo.