NOVEDADES

15 abril 2014

LOCAL, ¿Y VISITANTE?


15 abril 2014

Boca ha encontrado cierta regularidad en la Bombonera. Juega. La defensa parece firme, el mediocampo se hace dueño de la pelota, Román mueve los hilos, y Gigliotti la mete. Desde la tribuna baja un grito de guerra. Los jugadores lo escuchan y responden. Los resultados se dan, Boca suma seguido. No es gran cosa, pero para este mediocre y parejo fútbol, digamos que no está mal.

Ahora bien, la otra mitad del campeonato se juega de visitante, condición esquiva en el tercer mandato del Virrey. Yo puedo entender que no es lo mismo ganar afuera que adentro, que quizás la suerte no fue la mejor, que algún árbitro nos robó más de un punto, y todo lo que quiera. Pero una cosa es eso y otra cosa es el desastroso espectáculo que brinda el equipo cada vez que juega fuera de casa. Y, mal que nos pese a los bosteros, más allá del pésimo nivel de los jugadores, el principal culpable es el entrenador. Ojalá que los bianchistas no se nublen en la obsecuencia y sigan leyendo atentamente el razonamiento de este escriba, que no es más que otro bianchista desconsolado.

"Boca no juega a nada de visitante". La frase es tan contundente como precisa para describir la situación. No jugar a nada es redondamente eso: no jugar a nada. El equipo sale con miedo, sale "a ver qué pasa". Generalmente con tres volantes de contención, como mucho un mediocampista que va para adelante, y un par de puntas, perdidos, esperando un bochazo, un error del rival, o una corajeada de algún volante o lateral que quiera sumarse a la causa. Si a este amarrete esquema lo decoramos con apellidos de la talla de Grana o Pérez, volantes de pésimo rendimiento como Gago y Sánchez Miño, a Erbes tratando de reinventarse de carrilero, y a un pibe de pocos recursos, como Bravo, el partido pasa a ser un acontecimiento grotesco, hasta doloroso.

Alguno podrá pensar que estoy exagerando, que no es para tanto, que ya va a cambiar la suerte, que el Virrey va a pegar un volantazo. Si me disculpan, yo soy más escéptico. Me cuesta creer que un cambio es posible después de casi un año y medio de ver siempre la misma película. Para explicarme mejor, por si algún despistado no ve los partidos o no recuerda más allá de las últimas 5 fechas, voy a cambiar palabras por números, que son más fríos pero mucho más didácticos. Revisando el historial del último año y medio, por torneos locales, se confirma la penosa estadística: en casi 3 torneos solo ganamos 3 partidos fuera de casa (todos por la mínima diferencia). Es decir, un promedio de solo 1 victoria por torneo. Los otros 24 encuentros fueron 12 empates y 12 derrotas, algunas por escándalo. ¡Cómo no ser escéptico!

Bianchi es el mejor técnico de la historia. No solo eso, el Virrey contagió al club de una mística ganadora sin precedentes. Por sobre todo, fundó una corriente: el "bianchismo". Basado en el trabajo, el equilibrio, la inteligencia y el pragmatismo, Carlos hizo escuela. Esa herencia es para siempre y, como diría el Diego, no se mancha. Pero quizás no es su momento, quizás no le llega a los juveniles ni a los jugadores "estrella" que prefieren tener más seguidores en twitter que goles, o quizás solo se trate del más básico de los defectos, quizás solo se trate de la muestra de que nuestro siempre querido Carlos es humano.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE - @Roquelme
Share This :
 

Top