La costumbre de Ramón de hacer públicas declaraciones desafortunadas data de 2014, cuando luego de un triunfo contra el poderoso Atlético de Rafaela, no pudo más de la emoción y agradeció a la barra brava de River, “Los borrachos del tablón”. La reivindicación de una de las mafias más importantes del fútbol local provocó el repudio del periodismo y la sociedad en general. En aquel entonces, la ALiR (Asociación de Linchadores de Recoleta) emitió un duro comunicado en donde calificó de “bárbaras y primitivas” a las declaraciones del riojano. El DT aclararía, tiempo después, que él no se refería a la Barra sino a la Popular, “al hincha común y bienintencionado que disfruta del fútbol en familia”.
Pese a los problemas que tuvo tras esas polémicas declaraciones, Díaz continuó con sus agradecimientos en la segunda mitad del 2014, donde felicitó a los sicarios del programa de Lanata, “por su vocación de trabajo y valentía”, a los hermanos Shocklender sosteniendo que “uno como padre sabe que a veces rompemos las bolas”, al baterista de Callejeros, a Robledo Puch, al Petiso Orejudo, Chabán, Yabrán y a Pablo Ledesma, quizás el más malo de todos.
En el 2016, otra vez Ramón fue tapa de todos los diarios del mundo luego de un partido de visitante frente a Millonarios de Colombia. En una conferencia de prensa en Medellín, felicitó al Patrón por todo lo que hizo por el pueblo colombiano. En aquella entrevista remarcó que, “aunque muchos lo tildan de malo y hasta de asesino, el Patrón fue un ejemplo para la humanidad, y con sus grandes hazañas reivindicó el nombre de Escobar”. Tras quedar preso e incomunicado, durante 78 días, el riojano salió a aclarar que todo se había tratado de una confusión, que él se refería al Patrón Bermúdez, y que el nombre que reivindicó fue el de Andrés Escobar, defensor Colombiano asesinado tras el Mundial 94.
Fue en febrero de 2017 cuando las declaraciones de Ramón Díaz comenzaron a tornarse excesivamente peligrosas. El equipo del riojano viajó a Chile, para debutar en la Libertadores de ese año. Minutos después de finalizado el partido, Ramón agradeció “a Dios, Alá, Jehová, Buda y todos los seres supremos” porque durante el partido “no se produjo ninguna catástrofe natural que nos haga garcha”. Como si fuera poco, con tono jocoso, admitió que antes del partido notó “que los chilenos temblaban, no sé si de miedo o por el movimiento de las placas tectónicas, je”. No conforme con el tono de sus declaraciones, y mufándose de la frecuencia de tsunamis del país trasandino, siguió: “Si ganábamos, nos tapaba el agua, jeje”.
Ese mismo año tuvo un fuerte encontronazo con los diferentes representantes de los pueblos originarios cuando, en una conferencia de prensa realizada luego de un partido de Copa Argentina en el Chaco, Ramón criticó a las tribus toba y qom “por sus pretensiones separatistas”. Para colmo, el DT remató su idea asegurando: “Hace falta otra buena campaña del desierto, como la de Roca, quien para mí es el padre de la patria”. El INADI fue a buscarlo ese mismo día al hotel donde concentraba River, con pancartas que acusaban al riojano de “genocida”, “xenófobo”, “unitario” y “sorete de mierda”, entre otros improperios. Díaz, sorprendido por la reacción, quiso excusarse alegando que había querido decir que le gustaría hacer “una buena campaña, como la de Boca”, equipo que estaba haciendo una gran campaña en el Torneo Inicial de aquel año.
En 2018 fue recibido por el Papa Francisco, en su visita a Roma, donde volvió a despertar la polémica al dar entender que era “justo para los sacerdotes clavarse un pebete entre tanta hambruna”, en referencia al voto de castidad del oficio sacerdotal. La declaración cayó muy mal en el seno eclesiástico, que excomulgó a Ramón, lo expulsó del Vaticano y, como si fuera poco, le encargó el rezo de seis padrenuestros y cuatro avemarías. Dolido en su fe católica, Díaz quiso aclarar los tantos, pero su rectificación tampoco fue demasiado feliz: “Sólo quise decir que si yo fuera cura también me gustaría ponerla. Lo de Grassi no fue para tanto”.
El año pasado, la cosa pasó a mayores cuando Díaz, tras ser electo gobernador en La Rioja con la fórmula Díaz-Menem, redobló la apuesta y analizó la política internacional con estas fulminantes declaraciones: “Osama fue el único tipo que hizo justicia en Estados Unidos”, y agregó que “gracias a su plan maestro logró derrumbar al poder económico”. Por último, sostuvo que “nunca habrá alguien como él, un fundamentalista con todas las letras, que se cagó en los poderes establecidos para tener un mundo más justo”. Automáticamente, el FBI pidió su captura internacional. En el juicio caratulado “Ramón Díaz contra Estados Unidos de América por terrorismo”, el polémico entrenador hizo una contundente aclaración: “Yo no me refería a Osama, fue todo una confusión, yo estaba hablando de Obama, je”.
Desde Un Metro Adelantado festejamos el fallo del juez Arnold Carter que se dio a conocer por estas horas, en el que se libra de cargos al simpático riojano. Entrenador, gobernador y pensador contemporáneo, que, por malas interpretaciones, ha sido víctima de infinitas e injustas persecuciones.
ADELANTADO DEL TIEMPO
