NOVEDADES

08 abril 2014

CUATRO PUNTOS DE SUTURA


08 abril 2014

… para cerrar la herida y detener la sangría. Cuatro puntos para inflar el pecho con aire fresco y despegarnos de la maliciosa y resentida mirada del becino. Cuatro puntos sobre seis, empate y triunfo ante dos de los mejores equipos de La Argentina. Nada mal, sobre todo después de profundas sequías, escasa suerte y malos arbitrajes.

Y digo “nada mal” antes que “muy bien” porque, para ser sinceros, tuvimos mucha suerte. Sí, aunque parezca raro o casi utópico, nos sobro ogt. Todo el que no solemos tener ante el universo y sus astros perversamente adversos.

En el balance de ambos cotejos el nivel futbolístico fue de mediocre para abajo. Salvo esporádicos instantes donde hubo una insólita efectividad del cincuenta por ciento, el resto fue un principiante parto de quintillizos con las patas p’alante.

Convengamos que siendo objetivos (algo bastante poco probable como hinchas) el encuentro con el pincharrata fue un partidazo no apto para hipertensos, diabéticos o personas sensibles. Pudimos ganar, perder (esto último sobre todo) pero… ¿empatar? ¿Con un golazo de Campi sobre la hora? ¡Mamita, qué manera de gritar un gol tan impensado! Un gol a lo no Racing. Como ese de Fabbri contra las gallinas o el del chelo ante el rojo con la parte externa del pie derecho. Y este agónico gol de Campi influirá, en lo porvenir, mucho más de lo que imaginamos.

Ahora pasemos al encuentro frente a la V de Liniers. Algún comentarista escribió en conocido pasquín que dicho encuentro le recordó al de la selección frente a la homónima de Brasil. Hm, puede ser, salvo por el pequeñísimo detalle que allí jugaron Maradona, Caniggia, Dunga y Careca (por citar algunos nenes de pecho) y en el lejano oeste: Romero, Papa, Zucculini y Saveljich (por citar otros).

Y si el anterior, contra los de La Plata, había sido un parto… esto entonces se convirtió en levántate Lázaro o ver Hostal de espaldas a un cuarto oscuro. Un milagro o litros de sangre bañando el verde césped. Pero el tiempo pasa y los enanos crecen. Después de contemplar como los aldeanos del fortín hacían no menos de cincuenta pases por ataque y nosotros se la regalábamos a ellos o la tribuna… Lázaro se levantó y andó. Anduvo medio boludo, pero acertó una.

En los estertores del partido había comenzado a distinguir cierto cansancio entre los del oeste, desacoples y un fresco embrión de fútbol en los pies de Aued y Vietto. Y dejé de estar tan desesperado para que acabara el encuentro: “Si embocáramos tres pases seguidos…”, pensé. Gran acierto del prócer y altas dosis de milagros inesperados: un espasmo de fútbol, lucidez, frialdad, talento y a cobrar los dividendos del jamelgo de punto. Golazo, pitazo final y triunfo de visitante después de doce años.

Nadie, absolutamente, ni el más optimista, esperaba estos resultados ¿Suerte? sí, de la que carecemos ¿Arbitrajes correctos? Sí, algo de lo cual estamos desacostumbrados. Y bueh… alguna vez nos tocaba ligar. No me equivoqué cuando dije que había que alentar y que se trataba de algo institucional. Ahora falta que regularicen el entorno “Zucculini”. Con Vietto, un adelanto hubo. 

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO 

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