Describir lo que uno siente luego de dos terribles golpes como los que sufrimos los hinchas de Lanús en la última semana, puede ser una ardua tarea. Difícilmente algún periodista o columnista que no sientas este amor como lo sentimos nosotros pueda explicarlo.

Se viajó a Paraguay con cierta tranquilidad. El buen juego y contundencia mostrada ante un rival de la jerarquía de Vélez, había dejado en el hincha la sensación de haber dejado atrás actuaciones, como las mostradas ante Rafaela y Estudiantes. Pero no. Otra vez una paupérrima actuación nos dejó con las manos vacías. Ni hablar de lo sucedido en Bahía: Cuando parecía que empezábamos a insinuarnos, en solo 15 minutos nos encontramos con un hombre de más. ¿Qué sencillo, no? No, para nada. Es justo ahí cuando volvemos a recibir un gol de pelota parada. Y es también ahí cuando recibimos otro terrible mazazo.

A mi parecer y desde mi humilde opinión encuentro una sola y posible explicación. Porque acá no se trata de falta de actitud, ni problemas con el cuerpo técnico. Tampoco lo existe con la dirigencia. Mucho menos con la gente que no para de agradecer el título obtenido hace poco más de dos meses. Yo creo que es algo mucho más sencillo, más común. Se trata de un traumatismo vertebral. Si como leyeron. ¿Como te sentís vos si te duele la cintura, la espalda y el cuello? ¿Podes hacer algo bien? No, no te sale una bien. Bueno ahora repasa la columna vertebral del equipo y decime si no le duele la cintura, espalda y cuello. Si Paolo la deja corta al medio, "Pipi" pega todos los centros en las piernas rivales, el "Pulpito" no hace pie, Somoza no le acierta a un compañero y a Silva le rebotan como a un pinball. Es más que lógico este presente.

No van a faltar los que dicen "hay que ser agradecidos", "este equipo entró en la historia del club". Y es cierto. Yo soy un eterno agradecido a este plantel y cuerpo técnico y por eso mismo les exijo más. Porque bien sabemos que puede dar más, que están capacitados para bordarnos una constelación de estrellas a nuestro escudo.

Este cuerpo técnico en el que confió plenamente sabrá cómo manejar estas cosas. De hecho ya hemos pasado por rachas negativas como estas, y demostraron estar a la altura para revertirlas. En su momento, con cambios de esquemas y hasta de nombres. Pero no voy a dejar de exigirles. Le exijo porque se que dan más, pero principalmente porque estoy ahí para poder exigir.