Cómo extrañaba arrancar un escrito diciendo que ¡ganó Quilmes! En algún momento se tenía que dar la victoria, ya era hora de que un equipo que no baja los brazos, ligara un poquito. Tal vez no se llegó tanto como otras veces, pero por otro lado se evitó que nos llegaran y, esta vez, la cuota de efectividad fue para nosotros. Si tengo que elegir entre llegar un montón y no convertir, y llegar poco y ganar, está más que clara mi decisión.
En estos últimos días se habló mucho de que el partido con Tigre era fundamental. Se llegó a decir que ganarlo significaba el 50% del impulso de este grupo para mantener la categoría, porque se viene una semana repleta de partidos muy seguidos y hay que encararlos con la frente en alto. Además, si no sumamos ahora, después se torna casi imposible pensar en una remontada con cada vez menos fechas, y con rivales muy fuertes por delante. Me gustaría pensar que la racha negativa terminó, y que este triunfo es el comienzo de la contracara de lo que vivimos desde que empezó el torneo. Pero cuando se atraviesa una situación tan difícil, todo es día a día, cual paciente internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
El equipo entendió el mensaje y pudo plasmarlo, por fin, con rendimientos muy altos. El de Braña fue superlativo a mi parecer; Caneo estuvo coherente para dormir la pelota en momentos necesarios; y es inevitable hablar del gran partido que tuvo Chirola Romero, que no solamente desequilibró sino que se animó a pegarle de afuera para generar un desahogo merecido. Grité el golazo casi duro, al borde de las lágrimas y con una presión enorme, que me atoraba todo el sistema nervioso y no me dejaba mover. Esa sensación de descarga momentánea pero miedo a que se nos escapara, no me dejó disfrutarlo del todo. No fue sino hasta el pitazo final que simplemente suspiré, me agarré la cabeza y me animé a sonreír por un ratito, con la idea fija de que seguimos en una malísima posición y consciente de que la lucha que nos espera, es muy dura.
En definitiva, estoy contento porque se consiguió un triunfo que en lo moral vale oro, aunque ante el caro precio que tenemos que pagar para estar en la pelea, estos 3 puntos signifiquen apenas chirolas… pero la base de la riqueza está en el ahorro. Por algo se empieza.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO -@adrian28qac