En la semana uno imaginaba el choque en Santa Fé y, analizando diferentes factores, entendía que el punto era bueno. Íbamos con muchas bajas, contra el puntero y de visitante. Luego de ver el partido, queda una sensación extraña, lejos de la disconformidad pero con la certeza que, con un poco más, volvíamos con la victoria.
El trámite fue parejo y el partido flojo. Si bien no hubo grandes diferencias, Gimnasia manejó más la pelota y dejó la sensación que, con un poco más de convencimiento a la hora de atacar, podía ganarlo. Es clara la falta de un delantero de peso, de esos que por sí solos generan preocupación en la defensa rival.
El equipo, aún con bajas sensibles, demostró estar bien parado y el partido no le quedó para nada grande. Otra vez queda en claro que este plantel va a extrañar mucho a Correa. Ninguno de los delanteros puede hacer su trabajo y eso se nota. En muchos pasajes del partido, la opción más clara parece ser Licht y, siendo lateral, es preocupante.
Más allá del poco peso ofensivo, se vieron puntos positivos. El uruguayo Fernández demostró que se puede contar con él y Nacho, saltando desde el banco, deja en claro que entiende y piensa el partido como pocos. Será tarea de Pedro encontrarle la vuelta para que el equipo traduzca en el área el juego que genera y las situaciones de gol que elabora.
Falta poco para el partido más esperado. Pedirle a este grupo que deje la vida no tiene sentido, está en su ADN. Sólo hay que darle una alegría a la gente y seguir demostrando lo que significa el BOSQUE, la casa propia, ahí donde ellos hace más de 19 años que no ganan. Vení al BOSQUE, te esperamos cuando quieras.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
