Podía pasar. Entre dos equipos parejos, los detalles definen las circunstancias. Hay que respirar profundo, poner las pelotas encima de la mesa y seguir adelante. Aunque duela, nos ganaron bien y merecidamente.
GIMNASIA lejos estuvo de hacer un gran partido, pero tampoco fue horrible. La realidad indica que es un momento complicado, pero lo peor que podemos hacer es volvernos locos, perder la paciencia y desviar el camino.
El partido fue parejo, el rival golpeó de entrada y después no pudimos entrarle. GIMNASIA entró en un laberinto del que nunca pudo salir y la única respuesta que encontró fue la impotencia. Por abajo no sabe y no siente jugar, y no cuenta con un delantero que pueda recibir juego aéreo y generar algo por sí sólo.
Hubo muchos rendimientos bajos y lo colectivo tampoco fue bueno. No somos los peores del mundo y, pensar en la calentura que nadie sirve es un estupidez. Se perdió y hay que bancarla, la diferencia fue mínima entre dos equipos parejos. Quedamos con las manos vacías, pero hay que mirar para adelante y empezar de nuevo.
Salimos de peores. Nuestra raza, como ninguna, sabe resurgir de las malas. Cabeza fría y corazón caliente, siempre hay revancha. En unos días hay que estar de nuevo ahí, poniéndole el pecho y el alma. Prohibido abandonar.
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO TRIPERO
