Qué difícil se hace escribir en medio de la exaltación por un triunfo tan grande. Es complicado analizar, comentar, explicar los motivos por los que All Boys venció a River. Quizás la frialdad de la derrota a veces te deja bronca y desde ahí surgen las palabras para traducir lo que te deja el partido, pero en una victoria donde lo emotivo es tan alto y el sufrimiento tan sentido, se complica un poco más.
De arranque fue complicado, los primeros minutos fueron todos de River: All Boys no agarraba la pelota, el mediocampo poblado de “cincos” no hacía pie, los experimentos defensivos sufrían y el ataque estaba ausente. En ese panorama cae el primer gol de River y todo hacía suponer que se facilitaba el encuentro para los de Ramón.
Al Albo no le salía una, pero tras una falta a Calleri en la puerta del área, el chileno Espinoza empató. Era impensado, inmerecido e injusto, pero... ¿importaba acaso? Claro que no, era el disfrute de empatar. Pocos minutos después de eso la visita quedó con 10 por la expulsión de Vangioni tras una dura plancha y el equipo de RRDT acomodó las fichas, tomó aire y empezó a jugar.
El segundo tiempo tuvo un arranque espectacular para All Boys, que en tres minutos metió dos goles para ponerse 3 a 1. Rápido y furioso, el Albo tocó, jugó y apabulló al rival, sacó una ventaja de 2 goles y tenía un hombre más, todo parecía acomodarse con comodidad y hasta hacía soñar en una goleada mayor, pero de a poco, en parte por la necesidad de ir a buscarlo de River y otro tanto por cuidar la ventaja, el partido empezó a jugarse muy cerca de Cambiasso.
River descontó, se puso a tiro y ahí empezó una batalla. Cada pelota era una bomba que explotaba y All Boys trataba de sacarla mientras la visita intentaba con mucho ímpetu y pocas ideas. El Albo se la jugó a cuidar el resultado y aguantó como pudo hasta que Maglio pitó el final. Y aunque cueste creerlo por cómo venía la mano, All Boys se acomodó, sacó diferencias a los de abajo y toma aire para lograr la permanencia.
Este equipo ya demostró que nunca hay que darlo por muerto, que disfruta jugar este tipo de partidos y escribió una nueva página en la historia que desde el sábado acusa 101 años.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO