Mi tarea es este blog es escribir, narrar lo acaecido en el finde o, quizás, vomitar vísceras sobre el papel. Pero mucho antes de eso, fui, soy y seré fan de la acadé. Y mi trabajo como hincha es, básicamente, defender los colores, el club, alentar al equipo, arengar jugadores. Y creo que, en este momento crucial, lo peor que podemos hacer es defenestrarlos. Es lo que hay y habrá de acá a largos meses. Y si, nosotros como hinchas, insultamos a los veintiúnicos que componen al team, lo que lograremos es quitarle lo que tuvieron ante los bosteros: Dignidad y carácter. Porque de fulbo más vale no hablar.
Contra el grana, en cambio, no hubo nada, siquiera vergüenza. Un partido incomprensible, donde daba toda la sensación que anhelaban perder. Entonces, en ese contexto, valían la pena gritos, recriminaciones, un cachetazo a tiempo para que despertaran de un mortífero letargo. Pero, ahora, con las cartas sobre la mesa, en este rústico fútbol argento, no sé si podemos pedirle peras al olmo.
Como dije varios meses atrás: Ante el masivo éxodo de jugadores de 1era, 2da e inferiores, debemos conformarnos con campeonatos berretas, inciertos, nivelados hacia abajo; dónde cualquiera le gana a cualquiera. Racing no es la excepción. Pero, sumado a esta mediocridad (siendo generosos) tenemos medio plantel lesionado y, para peor, en puestos claves.
Estamos últimos, a pocos puntos de regresar a la zona de riesgo y, lamento informarles, que el Chapulín colorado no existe. Ergo, ¿quién podrá salvarnos? Probar con otro técnico que no sea Caruso Lombardi, en mi humilde opinión, es firmar la sentencia. Comprar ya no se puede y son pocos quienes tienen claro que el fútbol es un deporte de equipo y no un manojo de individualidades.
Está complicado. Roguemos que el vozarrón de mostaza vuelva a inflar las velas deste barco encallado y que el azar nos sonría un poco porque el domingo la suerte nos dio la espalda. La derrota fue un castigo inmerecido para quienes, carencias mediante, dejaron todo en la cancha. Por eso, insisto: No es tiempo de recriminaciones, ya fue. Tratemos de hacer lo que nos destaca, En las buenas y en las malas.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO