Desde muy chiquitos, nuestros padres tiene una obligación ética: deben educarnos, criarnos e instruirnos para convertirnos, con el paso del tiempo, en personas cultas, educadas y con las condiciones básicas para ser autosuficientes y moralmente independientes.

Hablando específicamente de fútbol, esto se refleja en las cosas que uno va aprendiendo a medida que vive diversas experiencias. Lo que sucedió el sábado fue una clara demostración que de los errores hay que aprender, que la prueba y error solo se hace una vez.
Si con estos intérpretes te equivocaste una, dos, no te equivoques tres veces. Si la táctica te falla una, dos y te falla tres veces, no hay que volver a tropezar por una cuarta.
Siguen los mismos, los de afuera nunca tienen su oportunidad y a pesar del campañón, seguir viendo en el terreno a tipos que se merecen un descanso, resulta molesto.

Si de experiencia y visión del fútbol se trata, no me quedan dudas de sus condiciones, querido Burru. Pero hay que cambiar. Confío en Usted en que hoy, y en todo lo que queda, va a saber enderezar esto.

Un maestro llamado Belgrano vino a casa y nos mostró que siendo inteligentes, podemos lograr grandes cosas. Por eso digo que para no fallar, hay que aprender la lección.

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO CREMOSO - @ExequielMelano