NOVEDADES

11 febrero 2014

VOLVER A CASA


11 febrero 2014


¡Qué alegría volver! Volver al Ducó, al ritual de la caminata por Caseros, de la expectativa que aumenta al doblar en Luna, globitos por todas partes, las familias, los amigos, las parejas, las remeras de Huracán, los canticos, la euforia y la sensación inigualable de llegar a tu lugar dentro de la Bonavena donde te sentís como en tu casa o mejor aún, como en el mismo paraíso. 

Siempre es lindo volver a nuestra cancha. Yo pase muchos veranos de mi vida en una casa familiar, siempre, año tras año, volvía a esa casa y cada vez que llegaba tenía una sensación de hogar, de pertenencia y de cariño gigante, a la vez de que reconocía en mi el paso del tiempo, estaba creciendo, cambiaba de gustos, de interés y eso hacía que cada verano, yo ya no fuera el mismo del verano anterior. En la cancha me pasa algo parecido: la sensación de hogar que me genera es fuertísima y también, cuando paso cierto tiempo sin ir (habitualmente en los recesos), siento que he cambiado. 

Quizá resulte exagerado, después de todo pasaron solo dos meses y aunque parece poco tiempo para que un cambio se produzca, creo que esto, efectivamente es así y, peor aún, pienso que no soy el único que ha cambiado. 

El hincha de Huracán en general cambó. Sino ¿Cómo puede ser que siendo esta la fecha 22 y encontrándonos en el lugar 14 (antes de comenzar a jugar) del tercer año consecutivo que pasamos en el Nacional B la gente haya alentado sin parar todo el partido cuando la fecha anterior salvamos las ropas de casualidad? ¿Dónde quedaron las puteadas? ¿Dónde el justificado enojo?

De ninguna manera estas líneas son un llamamiento a restablecer el (des)orden emocional que atravesábamos todos los quemeros hace apenas unos meses. Simplemente, busco explicar el motivo de estas sensaciones y creo que la respuesta está en los jugadores y en el equipo.

Primero, en los jugadores individualmente. Creo que fue el mejor partido que jugaron Villafañez y Mandarino desde que llegaron al club (los recuerdo siempre intrascendentes). Capurro jugó todo el partido y lo hizo bien, Cuesta mantiene su nivel y su presencia. Caruso sigue siendo de un peso ofensivo importantísimo por como complica permanentemente a los defensores rivales y Maty Deferico me hizo creer, en ese pique defensivo del segundo tiempo, que recupero su mejor estado físico (ojala así sea). Por su parte, Mancinelli siempre me gustó aunque reconozco haberlo puteado más de una vez y creo que si Edu Domínguez está bien pueden hacer una gran dupla.

Parrafo aparte para las incorporaciones. Lo del Pato Toranzo fue hermoso. Claro, preciso, enchufado y entero físicamente. No tengo ninguna duda que si mantiene su nivel puede ser la llave para que estos jugadores consoliden un equipo con identidad y calidad. La contra cara fue Abila, que jugó menos de un tiempo y no participó del circuito de juego. Tuvo poco contacto con la pelota pero logró mostrar algo de ganas y despliegue físico.

El otro gran cambio es el del equipo en general. Se pudo ver un Huracán yendo al frente a buscar el resultado, aun luego de ir perdiendo cuando la regla general era que un gol del rival liquidaba el juego. La producción de, creo yo, quince situaciones de gol, el no bajar los brazos y luego defender el resultado (por momentos de manera ordenada, por momentos como se podía teniendo en cuenta la presión del rival) son todas cosas que me hacen ver que el equipo ha crecido y que hay trabajo realizado por parte del cuerpo técnico y de los propios jugadores para que ese crecimiento individual se transforme en colectivo y luego se contagie a los hinchas. 

Obviamente, nadie sabe que va a pasar en el futuro, pero sin lugar a dudas creo que algo cambio. Algo nos hizo pensar, que quizá si se mantiene el nivel y se dan algunos resultados y subimos de posiciones en la tabla y si alguno de los de arriba se tropieza y logramos acortar las distancias y ponernos a tiro y… bueno. Ya saben a dónde apunta esto: va directo a nuestro sueño y, como sabemos, soñar no cuesta nada, pero todavía hay que animarse a volar. Quizás eso haya cambiado, quizás empezamos a creer que podemos volar. 


Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO @1mtrQuemero
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