Que sigan hablando los técnicos de turno, que sigan escondiendo sus incapacidades bajo la alfombra para que sus hinchas no se den cuenta lo poco que trabajan. Que sigan con la verborragia propia del que se las cree todas, que lo único que hacen es demostrar una absoluta ignorancia. Que sigan hablando de la trampa y de la suerte, en vez de preocuparse por la táctica y la estrategia. Son 90 minutos los que tienen para ganar un partido, no solo los 3, 4 o 5 que adicionan en el alargue.
Que sigan hablando los pseudos hinchas del fútbol, esos que se paran en la vereda de enfrente por el simple hecho de carecer de ideología. Los que se comieron el chamuyo del tiki tiki, a los que les vendieron el espectáculo por encima del triunfo. Que sigan atribuyéndonos lo del antifútbol, que sigan odiando nuestro laboratorio, que sigan defenestrando a la doctrina que les hizo ganar, sin ametralladoras, una Copa del Mundo. Que sigan envueltos en su mentira.
Que sigan hablando los periodistas, los mismos que mataban a Zubeldía por su cultura al sacrificio, los que golpeaban a Bilardo por su obsesión al trabajo, los que despotricaban contra Sabella por sus planteos defensivos, los que nos atacaron casi 50 años por romper la hegemonía de los clubes grandes. Que sigan diciendo que jugamos feo, que nos metemos atrás, que hacemos tiempo.
Tener 9 puntos sobre 12 en juego está más que bien. Pero ojo, no hay que dormirse. Hay que seguir con la misma intensidad que se vio más que nada en los primeros 3 partidos. Porque de algo estoy muy seguro: todo logro es consecuencia del trabajo.
Que sigan hablando todos, porque mientras más críticas reciba nuestra escuela, más claro está de que vamos por el buen camino. Solos contra todos, hoy y siempre.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PINCHA - Dr. Bidón
