Pocos podían imaginar, contando los antecedentes de esta historia y con el presente del rival, que Atlético podía regresar sonriente desde el sur de Buenos Aires. Era prácticamente un espejismo, pero pudo hacerlo.
Como viene sucediendo en las últimas dos temporadas, pero especialmente en esta, La Crema se ha convertido en un rival peligroso para cualquier equipo. Un conjunto que, a pesar de tener un plantel sin tanto renombre y de contar con uno de los presupuestos más bajos de la divisional, no es cosa sencilla y te genera un dolor de cabeza, tanto cuando lo visitás como cuando viene a saludarte a tu casa.
El campeón de la Sudamericana, de la mano de sus mellizos sobradores, pensó que ganarle a Atlético iba a resultar medianamente fácil y que su cancha seguiría siendo, más que nunca, La Fortaleza.
Pero no. Enfrente, yendo de menor a mayor táctica y futbolísticamente, apareció el equipo de Burru, de la mano del Trezeguet rafaelino, Diego Vera -con el mejor estilo Palermo- y de la soberbia en el arco de “Coco” Conde. Mellizos: el cuco de Primera los noqueó y les dejó 3 pepas en el bolsillo.
Por eso, les dejo un consejo: no subestimes. Demostrá lo que sos dentro de la cancha, porque con Atlético no podés dormir. Y en Guidi y Arias quedó reflejado, como diría Homero Simpson, que "El coco está en la casa".
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CREMOSO - @ExequielMelano