Godoy Cruz superó de principio a fin a Quilmes en un partido que se acabó a los 15 minutos del segundo tiempo. En ese momento, el Cervecero se quedó con dos menos (lesión de Leyes y expulsión de Zacarías) y a partir de ahí, el Tomba reguló tocando la pelota hacia los costados y atrás pensando en el precoz compromiso en el Monumental.
Durante el primer tiempo (lapso en que el Expreso se encargó de liquidar el pleito), el equipo de Almirón fue un vendaval futbolístico imposible de soportar para el pobre equipo bonaerense. Con una participación activa de los volantes externos, alianzas mágicas entre Aquino y Castellani y la activa colaboración de los delanteros, en cinco minutos Godoy Cruz hizo dos lindos goles y a otra cosa mariposa.
Con esa dinámica ofensiva, con algunos ajustes en la dudosa línea de tres que propone, pero sobre todo manteniendo ese hambre de salir adelante y el compromiso por no traicionar el estilo que pregona Almirón, soñar con la salvación del Tomba no es utópico.
Claro que no todos los partidos va a enfrentar a equipos tan débiles como el Quilmes de Giunta.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TOMBA