NOVEDADES

17 enero 2014

PULPO SUPERCLÁSICO


17 enero 2014

¿Cómo andan fanáticos del Dakar? ¿Mirando los coches o las gambas de la conductora rubia de FOX? Esa competición ya no es lo que era antes. Ahora son maricones millonarios cuidados por helicópteros y miles de médicos por si se hacen un raspón.

Esta mañana, cerdos capitalistas de Un Metro Adelantado me hicieron llegar un sobre pidiéndome pronósticos, pero nunca dijeron de qué. Si quieren que hable del Abierto de Australia, no había que ser un genio para saber que Del Potro iba a pechear como un equipo de Lanús faltando tres fechas para que termine un torneo. ¿La salud de Schumacher? Anoche hablé con el Diego y me dijo que lo del coma es verso, que no hay que comerse el chamuyo ése del alemán. ¿Qué otra cosa? ¿Las conferencias de prensa de Capitanich? ¿El final de la novela de Suar? Ya les anticipo que mueren todos excepto el mayordomo, que para festejar organiza una pool party con asiáticas.

Vamos a lo importante. Sé que quieren que pronostique los muertos del Dakar, pero mejor hablemos de los muertos del superclásico de verano. Les voy a anticipar el resultado, así le ganan el cajón de Brahma al vecino gritón que anda siempre sudado en musculosa metiendo la cabeza en el motor del auto y nunca soluciona un carajo. “Lo único que no hace ruido en ese auto es la bocina”, diría el finado Tangalanga.

El primer tiempo estará lleno de emociones. El Lobo Ledesma festejará sus 40 años en el círculo central, Chiqui Perez entrará solamente para clavarse la torta, y Ponzio llorará lágrimas rojas por un lugar que no son los ojos. El resultado parcial será 0-0, con una veinteava situación de gol que se producirá cuando un alcanza-pelotas le tire una bola a Orión para que saque y le pase por debajo del pie.

El segundo tiempo se destacará por un incidente entre el Cata Díaz y Cavenaghi. El delantero recibirá de espaldas al arco, y el defensor colocará un trampolín y una escalera para tomar carrera y saltar con los tapones afilados sobre la nuca del Torito, que estará internado en la misma habitación del clon de Schumacher por 2 años. Al terminar el partido, el Cata dirá que no es una jugador “mala leche” y se tatuará la cara de Morel Rodríguez en el pecho.

Volviendo al partido, será el día en que Lanzini explote de una vez por todas. Faltando poco para el final, un tres tiros chino arrojado desde la platea se alojará entre los órganos de Manu, y las detonaciones llenarán el pasto de tuco.

¿El resultado? Un empate clavado como un moco seco en medio del tabique. Tu vecino se va a quedar sin birra, y vos te vas a tener que empedar con un trago de CIF antigrasa. Una mierda.

Me voy porque tengo que comprar una sombrilla para clavar a la hermana de un amigo. Antes, les quiero compartir un graffitti que leí en un callejón de Budapest: “El que no mama, no cobra.”

EL PULPO ADELANTADO
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