Al principio, cuando el médico me dijo que tenía la hepatitis del Rojo me asusté, pero después me di cuenta que iba a rascarme todo el día y me quedé tranquilo. Tirado en la cama, me vi la temporada entera de Muñeca Brava, de Nubeluz y de La Ola Verde. Me hice la pajota más que Coqui Argento. Me daba el lujo de desayunar más fuerte que patada de Camoranesi y después dormir hasta tarde. Lástima que se me acabó la licencia por enfermedad y tengo que volver a entrenar con el putañero de Mostaza.
Leo Ponzio: “Son solo amistosos”.
¿Amistosos? Amistoso se ponía el Coco Ameli con la mujer de un compañero… Esto es una guerra, y si a los putos estos podemos pasarlos por arriba con el tanque de Teo, lo vamos a seguir haciendo. Además, ganar un clásico implica tener unos meses más de changüí con la hinchada hasta que nos vuelva a putear. Todo redondo, como la panza de Chiqui Pérez.
La princesita Karina, luego de los 3 goles del Kun Aguero: "¡Orgullo argentino! ¡¡¡Qué feliz estoy!!!”.
En cualquier momento le clavo un bepi y me salvo de por vida. Voy a ser el orgullo argentino de todas las tilingas. Después de Wanda, claro. Nunca más un boliche lleno de grones transpirados y combis con olor a culo haciendo recorridas nocturnas para meter ciento catorce recitales en 4 horas. Ahora voy a hacer la gran Mariana Nannis y me voy a bañar con champagne, aunque tengo que pedirle al Kun que agrande la bañadera.
Menseguez: “Hay una linda competencia entre los chicos que jugamos arriba”.
Linda competencia era Supermatch, esto es una carnicería. Por suerte Teo no le hace un gol ni a Sandro Guzmán, Cavenaghi está ocupado llamando a la Pradón para ver si le puede limar el buje, el Keko Villalva corre por la concentración festejando ese gol que le anularon hace 6 meses, el pibe Andrada está deprimido porque Ramón le sacó la crema anti-acné y Gio Simeone es menos punzante que una entrevista de Majul.
Víctor López (Newell’s): "De entrada le vamos a dar importancia a las dos competencias por igual".
Pensamos congelarnos el pecho con la misma intensidad. Para el torneo local, ya alquilamos unos freezer con tecnología finlandesa que enfrían a los 30 jugadores al mismo tiempo. Se activan solos cada vez que estemos cerca de salir campeones. Y para la Libertadores, estamos trayendo en el buque Irizar unos 5 mil kilómetros cúbicos de hielo antártico, que vamos a preservar en el Estadio en el caso de que pasemos de ronda.
