NOVEDADES

29 enero 2014

BIANCHI CHARLA CON DIOS


29 enero 2014

Dios: ¿Por qué carajo no me habilitan a comprar dólares? Qué sistema de mierda… ¿Y ahora dónde dejé el teléfono? A ver el bolsillo de la camisa. Sí, acá está… Hola.

Bianchi: Hola, ¿Dios?

Dios: No, Camus Hacker. ¿Quién habla?

Bianchi: Ah, perdón. Me confundí de número…

Dios: No, querido. Habla Dios. ¿Quién me llama?

Bianchi: Carlos, Señor.

Dios: Patilla, querido. ¿Cómo va tanto tiempo? Lo que me quieras pedir lo podés hacer en persona. En un par de meses estás acá, despreocupate.

Bianchi: No, Señor. Soy el Virrey.

Dios: ¿Cisneros? ¡Qué longevo!

Bianchi: Carlos Bianchi, Señor. Lo llamo para pedirle que me ayude con su justicia divina.

Dios: Lindo eufemismo para hablar de los penales… A ver, San Pedro, atendelo vos a este buen hombre.

Bianchi: Pero no, Señor, no me derive. Yo necesito hablar con el que decide, con el Todopoderoso.

Dios: ¿Con Grondona? Ahí te paso el número, anotá, pero no le digas que yo te lo pasé...

Bianchi: No me entiende, Señor. Quiero hablar con usted.

Dios: Mirá, Carlos, te portaste muy mal conmigo. Te di mi teléfono y no lo supiste guardar. Ahora lo tiene todo el mundo. El otro día me llamó el Pato Galván para volver a la televisión. Me suena cada cinco minutos. Ya no puedo ni leer tranquilo los chistes de Gaturro.

Bianchi: Es que en un partido contra Racing, Centurión me robó el celular. Lo tenía sin clave. Debe ser eso, quizás…

Dios: Carlos, conmigo ya no tenés crédito.

Bianchi: Bueno, espere que recargo con tarjeta.

Dios: No te hagas el Mouche, vos sabés a qué me refiero.

Bianchi: ¿Me va a dar una mano? Sea claro.

Dios: Hablando de crédito y de ser claro, si hoy cargás con Claro, triplicás.

Bianchi: …

Dios: Me tengo que hacer unos mangos con publicidad, entendeme. Habrás escuchado que los precios están por las nubes. Acá ya no me alcanza para el Campari.

Bianchi: Entiendo, Señor. Ahora me gustaría pedirle algo. Lo que yo quisiera es salir campeón, como en los viejos tiempos.

Dios: Carlos, te noto un poco bipolar, por un lado me decís que querés salir campeón y por otro comprás a Grana, Forlín y Chiqui Pérez. Es como querer ser psicólogo y ponerte a estudiar los libros de Rolón. Hay que tener coherencia en la vida.

Bianchi: Bueno, pero tengo a Gago y a Riquelme para que pongan el pecho.

Dios: Carlos, al fútbol se juega con las piernas, no con el pecho. Y estos muchachos están más rotos que el Fiat 125 que tenía San Pedro cuando era pibe.

Bianchi: Bueno, ¿qué me recomienda?

Dios: Le recomiendo que compre dólares, es más seguro. Conozco una cueva en calle Florida.

Bianchi: Me refiería a qué me recomienda que haga como técnico de Boca.

Dios: Que traigas a Jesús.

Bianchi: ¿A Dátolo?

Dios: No, a mi hijo. Es el único que podría cambiar las cosas. En la concentración ponelo en la pieza de Ledesma, no te olvides que sabe revivir muertos.

Bianchi: Veo que esta vez no me va a ayudar.

Dios: Mirá, Carlos. La verdad es que ya te di una mano muy grande. Te hice salir campeón del mundo con Asad, Matellán y hasta con Matías Donnet. Es momento de ayudar a otros. En África tengo bocha de gente que hace años que vengo bicicleteando.

Bianchi: Es que todos dudan de mí, tengo un honor que defender. Estoy perdiendo prestigio.

Dios: ¿Y a mí me lo venís a decir? Yo era el capanga de la tierra y ahora con suerte me rezan un padrenuestro, y sólo cuando necesitan algo.

Bianchi: Lo noto resentido. Es culpa de los desagradecidos. Me pasa a mí, olvidan el pasado.

Dios: No te quejes. Si no fuera por los recuerdos, la 12 te hubiera empalado en el Obelisco por haber traído a Cángele.

Bianchi: Es que en otro momento jugadores como Cángele daban frutos.

Dios: Eso fue en otra vida, cuando era un árbol. Ahora sólo es de madera. Esos milagros ya fueron, Carlos. Pará de hacer negocios con Mauro y fijate si podés traer un jugador.

Bianchi: ¿En qué puesto?

Dios: En cualquiera, sobran lugares, con que sepa caminar ya se gana el puesto.

Bianchi: Hubo muchos lesionados, Usted no hizo nada por evitarlo.

Dios: Pasa que le mandé un whatsapp a San Pedro para que los jugadores de Boca la rompan, pero el predictivo puso que se rompan. Todavía no me adapto al teclado táctil. Ya está arreglado eso. Menos las piernas de Gago, claro. Eso no lo arregla nadie.

Bianchi: Le confieso que extraño la paz.

Dios: Qué loco, a nadie le gusta jugar en la altura. No te preocupes, te consigo un par de pasajes y le caés de visita a Evo.

Bianchi: Quise decir la tranquilidad. ¿No me va ayudar con nada?

Dios: Bueno, te puedo ofrecer un lugar de panelista en TyC o un puestito en el nuevo Fútbol para Todos. Ahora que se fue Julio Ricardo deben estar buscando una nueva cara para el target de jubilados.

Bianchi: El periodismo es una opción. Lo voy a pensar. Mientras tanto, voy a tratar de enderezar a Boca.

Dios: Me parece bien. Aunque Boca está más torcido que los ojos de Tristán. Pensálo. Ahora te dejo porque me acaba de entrar un fax de Marcelo Araujo pidiéndome laburo.

Bianchi: Está bien. Gracias por su tiempo.

Dios: Au revoir, Carlos.

Bianchi: Chau, felicidades.

Share This :
 

Top