Teníamos, o tenemos en Santa Fe, una expresión particular para cuando alguien te interrumpe de manera intencionada una situación de hipotético romance: ¨no me pinches el globo¨. Por lo menos así decíamos en nuestra pre adolescencia cuando ese amigo inoportuno aparecía con cualquier pavada mientras uno transpiraba tratando de lograr un dudoso cometido con alguna señorita. Y siempre hay alguien que te pincha el globo,  siempre. No importa cuanto laburaba la labia, siempre existía el riesgo de que te pinchen el globo.

Ahora bien: ¿porque retomo estas apostillas luego de un periodo de justificado reposo por razones médicas, justo con este concepto tan endeble?

Por la sola razón  que, justo el globo, nos vino a pinchar el globo cuando nos estábamos ilusionando con retomar la senda de la victoria. Y laburó UNION, ojo al piojo. Todos con ropa de fajina, en medio de un partido fácilmente olvidable. Pero bue, otra vez escribir acerca de lo que no se dio, otra vez decir, solapadamente, que se jugó aceptable dentro de lo feo que salió el partido, parda al fin, contra el globito que vino justo a eso, a empardarla a como de lugar. Y a pincharnos el globo. Justo en casa, justo en medio del aliento ensordecedor de la hinchada rojiblanca que fiel como pocas, le pone voz a cada partido.
Salio parda, para mí de manera injusta, pero así salio.

Nunca se disfruta un partido sin goles, solo se analiza, y no esta este escriba para eso. La semana que viene, la última fecha frente al puntero. Igual, perro que ladra no muerde. Y tenemos el aguante necesario para bailar con la más fea del baile, sabiendo que la linda también nos daría un par de piezas.

Así que veremos como se termina la rueda. Y nos prepararemos, uno y cada uno y todos los tatengues de ley, como siempre para dar nuestro aliento desde donde nos toque estar.

PD; ahora bien… ¿11/12?