NOVEDADES

03 diciembre 2013

MAÑANA ES MEJOR


03 diciembre 2013

Desde que escribo en esta página siempre, o casi siempre, he tratado de tirar buena onda, de ser positivo, de ver la mitad del vaso del llevo. Estas líneas, que solo son la voz de un quemero, no están desprovistas de subjetividad, sino más bien, todo lo contrario. Hoy, a una semana de haber sido padre por primera vez, reafirmo frente a usted, amigo lector, la línea editorial que seguirá teniendo esta columna. Es decir, seguiré por la positiva hasta donde alcance mi ceguera.

Obviamente, si usted se toma el trabajo de revisar el archivo de notas mías, encontrara desde párrafos enteros conformando un gran insulto, hasta el pesimismo trágico de creer que el único desenlace posible era le B metropolitana. En última instancia, así es el hincha ¿no? a veces ama y otras odia sin mayores explicaciones.

Como les decía, el martes pasado nació mi hija, por lo que el partido de anoche fue el primero que “vio” de Huracán. Como se puede apreciar en la foto que acompaña este texto, la niña fue vestida para la ocasión y a pesar de no haber podido gritar un gol juntos (no faltará oportunidad), el solo hecho de compartir con ella este profundo amor que siento por Huracán me obliga a soñar con un futuro prometedor. No quisiera que mi hija sufra lo mismo que yo, me gustaría que encuentre en el club todo el esplendor que yo veo en sus ojitos.

Por eso, confió plenamente en que el camino para que Espinoza sea un gran jugador es el de la confianza y el optimismo y que de nada sirve reprocharle la definición de ese mano a mano. ¡Bien pibe! Hay que animarse a jugar, a ser espontaneo y a creérsela. Estoy convencido que con más aliento y confianza esa pelota no terminaba en las manos del arquero.

Un claro ejemplo de superación es el arquero que, por una cosa u otra, se quedo en el club y cuando le tocó jugar lo ha hecho bien y cuando se tuvo que hacer cargo del arco definitivamente, aun con toda la fluctuante historia que une al hincha con él, ha podido demostrar coraje y todos los partidos viene atajando mejor.

Claro que el aliento y la confianza por si solos no terminan de conformar a un futbolistas y mucho menos a un equipo. En ese sentido resulta penoso lo que pasó con la última bocha del partido. No se puede ser tan tonto, tan infantil o, peor aún, tan cagón (en el caso de que ese mamarracho haya sido apropósito para que termine el partido).

Cuando restaban aun 5 fechas por terminar esta ronda del campeonato propuse hacer un mini torneo de 15 puntos donde Huracán, para mantener la ilusión, debía conseguir 12 o 13. Claramente no estaba en los planes perder contra Sarmiento y si era un resultado posible, y por qué no, positivo, el empate en Santa Fe. Ahora solo resta ganar la fecha que viene y sumar 10 de esos últimos 15 puntos finales.

La verdad es que estamos lejos, aunque también es cierto que falta mucho. A mí, estimado quemero, me cuesta mucho resignarme con tanta anticipación, prefiero soñar con el triunfo ante Almirante, con dos buenos refuerzos, con una buena pretemporada, con los frutos del trabajo serio del entrenador, con la mejor definición de Espinoza, con un equipo más inteligente, con un Huracán más grande y con mi hija festejando el asenso del globo en los brazos de su padre.


Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO @1mtrQuemero
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