¡Qué alegría, cuervo! Todavía no caigo… ¿Se
podía pedir un cierre mejor? No. A mí no me jodan. Ganar el campeonato así es algo soñado. Por el contexto, por cómo veníamos, por lo que se dijo…
Me cagué de risa y me sigo cagando de risa
escuchando, leyendo lo que dicen lo demás. ¡Qué lindo! Por eso, esta fue la
mejor forma de ganar. Dejando en evidencia lo
superior que fue el Ciclón. Dando ventaja en puntos, nunca en juego. Mirá esto
que encontré en el Olé: “Se acabó el
Showmatch. Lo que disfruté de estos 15 días no lo puedo explicar. Verles las
caritas tristonas, sentir que estaban derrumbados a los hinchas del Pimplón por
tener que definir la final con Vélez y en Liniers no tiene explicación. Fueron
de los mejores 15 días del año.” Jajajajajaja. ¡Buenísimo! Por favor,
que echen a este pibe del diario y lo manden a hacer comedia. Jajajajaja. Dios.
Hay boludos dando vueltas, pero algunos se pasan.
Che, pero fuimos los campeones con
menos puntos… ¡Parame el festejo! ¡Ah no! Lo cierto es que desde mediados del
2001 todos los campeones son peorcitos, ¿no? Jajajaja. Genial. Más pan para la
mesa. ¿Será que el fútbol argentino es tan malo porque tiene los peores
referís, que no conocen bien cómo funciona la ley de ventaja? ¿O quizás es que
tiene los peores relatores y comentaristas? Por favor no pongan más a Araujo.
Verlo ya genera violencia.
Así es la cosa, y los 4 millones de
cuervos y los 50.000 que sufrimos aquella tarde de domingo en el Nuevo
Gasómetro, hoy disfrutamos la victoria. Disfrutamos ver a un club de pie y con
la frente alta, un año y medio después de jugar la promoción. De ver que existe
un proyecto que se está consolidando y que los socios apoyaron masivamente el
sábado. Con visión de largo plazo pero con resultados ya en el corto. Un club
con identidad, que recuperó su lugar y que celebra los éxitos en paz y en
familia sin destruir ni generar violencia sin sentido. Que sigue sumando socios
porque tiene espacio para recibir todo aquél que sienta estar presente. Que
tiene un presidente que mira los partidos como uno más y que no se esconde
detrás de facinerosas conferencias de prensa. Que tiene de hincha a la persona
más importante del mundo, y a Viggo. Causalidad pura.
Disfrutamos de ver un equipo que tiene
el mejor cinco de la Argentina, un arquero gana partidos (o campeonatos si te
gusta más), un símbolo que siente los colores en el corazón, jugadores crack
que aparecen para resolver cuando todo está difícil, y una camada de pibes que
juega y que siente al club. Más causalidad.
Esto es el campeón, lo demás es para
los giles. Pucha, ya me puse serio. Me voy a leer comentarios de alguna nota
por ahí, que me hacen cagar de risa. ¡Dale campeón! Felices fiestas y próspero
año nuevo. Maldición, va a ser un día hermoso.