Luego de un pálido semestre, y una levantada del equipo, nos habíamos encontrado con una hermosa oportunidad, algo por lo que peleamos pero que vino de arriba tras el traspié de varios. Por eso tal vez no duele tanto, por lo inesperado, y porque Velez no tenía nada que perder y estuvo a poco de quedarse con todo.
Había que ganar, y a pesar de tener las mejores opciones no se pudo, lamentablemente también empataron en Rosario, y la historia es conocida. Buscamos por todos lados, tal vez regalamos un tiempo, pero era lo que el partido pedía, tampoco podíamos regalarnos. Romero la rompió, y Allione se acordó tarde. Esta vez la suerte estuvo de su lado: desde la pelota en el palo, hasta esa acción cinematográfica en la que parecía que se paró el mundo y dejó de girar, una pelota en el área picando en el punto del penal, el pibe Allione tenía la Gloria en sus pies, pero el Papa Francisco voló y nos ahogó el grito. Increíble la tapada de Torrico, que aunque fue cerca suyo, el remate tenía una violencia importante como para lastimar. Se jugó bien, con grandeza, contra un equipo que se la pasó hacienda tiempo y metido atrás esperando una contra. Lamentablemente no pudo entrar, se dejó todo pero no alcanzó.
¿Habrá sido el último partido de Gareca en Vélez? Esperemos que no, Gareca es Vélez, a pesar de todo siguió trabajando y terminó en el podio, el grupo le respondió y se demostró que con dos refuerzos de jerarquía podemos pelear la Copa. Ojalá te quedes Tigre.Y si no es así, gracias por este lustro dorado.
Nos vemos el 31/01 en San Luís por una nueva Copa. Esperemos con el Tigre en el banco, o tal vez con el Turquito o el Coio, tal vez con frasquito Moralez nuevamente con la V azulada, veremos, por lo pronto Feliz Año para la familia velezana. A brindar por jugar nuestra quinta Libertadores consecutiva y por ser protagonistas siempre. El domingo más que nunca mostramos que somos distintos, que somos Gigantes, en las buenas y en las malas.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO VELEZANO