Encontrar una buena noticia en el Mundo Talleres es casi utópico. Todo parece que vamos a pasar una Fiestas poco felices. El cierre de la primera rueda del torneo terminó de la peor manera ante el peor del grado, que ganó su primer partido en la PBN. La mayoría daba por sentado que terminábamos el año con 28 puntos, pero Villa San Carlos fue superior a un paupérrimo Talleres, que de visitante es un dolor de ojos, pero que de local juega los mejores partidos ante los mejores equipos (caso Independiente –ambos-, Banfield). Paradójicamente, jugamos mejor contra los que están arriba nuestro que con los colistas. Difícil de entender, pero en el Mundo Talleres, tan nombrado por este escritor, pasa de todo.
Cuesta entender, todavía, como pudimos haber perdido contra la Villa, un equipo que tiene un pie en la PB Metro, que sus estadísticas son muy pobres y que no ganaba hace 20 partidos. Más todavía cuando veníamos de jugarle un partidazo al Taladro, que nos empató al último. Todo parecía que nos íbamos con una sonrisa de vacaciones, pero un error tras otro permitió que el equipo de Berisso nos meta 3 goles y se lleve el triunfo.
¿Más? Si. Cacho Sialle dejó de ser nuestro técnico después de estar sentado 2 años y un mes en el banco Albiazul. El mismo que nos sacó del infierno, que le gano a todos los clubes de Córdoba y que hizo un papel digno en la Copa Argentina, por diferencias con el Fondo que nos administra, puso fin a este ciclo. Hay que buscar un DT que tome las riendas de este equipo, sume urgentemente y nos aleje del descenso, el cual estamos fuera de milagro.
Sinceramente no me importa quién sea: su perfil, sus antecedentes, ni sus pretensiones económicas; poco me interesan. Quiero que ponga orden en un equipo que tiene una irregularidad muy marcada (6PG; 7PE; 8PP), que le cuesta encontrar un 11 ideal y que, cuando pareció que lo encontramos, el rendimiento no era el esperado. Solamente quiero que ponga a cada jugador en su puesto natural, nada más. Con eso me conformo. No es mucho, ¿no?
Pero, a pesar de este panorama, se puede encontrar una buena en Talleres: finalizó el año. Eso es lo mejor que nos puede haber pasado. Este mal momento que transcurrimos no se puede prolongar deportivamente. Termina acá y se da vuelta la página. Llega justo a tiempo para poner orden en el Club, hacer auto crítica, plantearse objetivos (están más que claros), cortarle las piernas a varios jugadores que no anduvieron bien o que vinieron a conocer Córdoba y empezar nuevamente de cero. Hacer una buena pre temporada, incorporar dos refuerzos que sepan lo que es Talleres y que honren la camiseta, sea quien sea. No hay tiempo que perder, tenemos que empezar a sumar apenas empiece la segunda rueda y el famoso “recién empieza, falta mucho” se borra del diccionario del equipo de Barrio Jardín. Vamos a terminar con la soga al cuello y nadie quiere eso. Para colmo, empezamos con Sarmiento y Douglas (rival directo) de visitante. Pero para eso falta mucho, primero lo primero: el nuevo técnico. Chau, ¿felicidades? Lo dejo a su criterio.
Por lo menos así lo siento yo.
Cuesta entender, todavía, como pudimos haber perdido contra la Villa, un equipo que tiene un pie en la PB Metro, que sus estadísticas son muy pobres y que no ganaba hace 20 partidos. Más todavía cuando veníamos de jugarle un partidazo al Taladro, que nos empató al último. Todo parecía que nos íbamos con una sonrisa de vacaciones, pero un error tras otro permitió que el equipo de Berisso nos meta 3 goles y se lleve el triunfo.
¿Más? Si. Cacho Sialle dejó de ser nuestro técnico después de estar sentado 2 años y un mes en el banco Albiazul. El mismo que nos sacó del infierno, que le gano a todos los clubes de Córdoba y que hizo un papel digno en la Copa Argentina, por diferencias con el Fondo que nos administra, puso fin a este ciclo. Hay que buscar un DT que tome las riendas de este equipo, sume urgentemente y nos aleje del descenso, el cual estamos fuera de milagro.
Sinceramente no me importa quién sea: su perfil, sus antecedentes, ni sus pretensiones económicas; poco me interesan. Quiero que ponga orden en un equipo que tiene una irregularidad muy marcada (6PG; 7PE; 8PP), que le cuesta encontrar un 11 ideal y que, cuando pareció que lo encontramos, el rendimiento no era el esperado. Solamente quiero que ponga a cada jugador en su puesto natural, nada más. Con eso me conformo. No es mucho, ¿no?
Pero, a pesar de este panorama, se puede encontrar una buena en Talleres: finalizó el año. Eso es lo mejor que nos puede haber pasado. Este mal momento que transcurrimos no se puede prolongar deportivamente. Termina acá y se da vuelta la página. Llega justo a tiempo para poner orden en el Club, hacer auto crítica, plantearse objetivos (están más que claros), cortarle las piernas a varios jugadores que no anduvieron bien o que vinieron a conocer Córdoba y empezar nuevamente de cero. Hacer una buena pre temporada, incorporar dos refuerzos que sepan lo que es Talleres y que honren la camiseta, sea quien sea. No hay tiempo que perder, tenemos que empezar a sumar apenas empiece la segunda rueda y el famoso “recién empieza, falta mucho” se borra del diccionario del equipo de Barrio Jardín. Vamos a terminar con la soga al cuello y nadie quiere eso. Para colmo, empezamos con Sarmiento y Douglas (rival directo) de visitante. Pero para eso falta mucho, primero lo primero: el nuevo técnico. Chau, ¿felicidades? Lo dejo a su criterio.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBIAZUL
