NOVEDADES

12 noviembre 2013

SOMOS ASÍ


12 noviembre 2013

El sábado fuimos un equipo más. Fuimos la réplica auténtica de un estereotipo de juego en el fútbol argentino, un cúmulo de jugadores tirando la pelota hacia la nada esperando que el gol llegue en vez de ir a buscarlo. Fuimos totalmente desconocidos, ni parecido a lo que mostramos en este torneo, absolutamente lejos de lo que pueden hacer nuestros futbolistas.

¿Qué pasó? La muchedumbre cibernética no tardó en brindar sus opiniones en la red. Villalba por aquí, Berti por allá, problemas, problemas y más problemas. Otros, por su parte, vieron el lado positivo del empate: seguimos punteros y dependemos de nosotros mismos. ¿Posición intermedia? No existe en un momento tan definitorio. Hay un campeonato en juego y la sensación es que lo tenemos muy cerca y no avanzamos hacia él. El partido fue como lo es el torneo argentino: pésimo. Cuatro fechas sin ganar y no nos bajan.

Señoras y señores, les traigo aquí un paquete de posibles causas de lo que aconteció el sábado:

- Pasados 10 minutos, no agarramos la pelota ni con la mano, no dimos dos pases seguidos y San Lorenzo hizo lo que quiso. De repente, buscando explicaciones me enteré que Figueroa estaba lesionado. ¿Habrá sido eso? Quizás, pero nada cambió a partir de su sustitución por Tonso.

- Media hora de partido y seguimos igual. ¿Qué pasó Newell’s? Parecía una pesadilla, jugamos como si nunca hubiésemos llegado a la punta, como si no fuésemos ese campeón con grandes jugadores. No podía estar pasando. Berti puso a Trezeguet, pero se quedó de nueve, como los verdaderos delanteros centrales, como los goleadores más conocidos. ¿Tonso? ¿Qué hacía Martín? Estaba en la derecha, como un verdadero puntero, haciendo la banda en función ofensiva, estático, esperando un pase para tratar de ganar en el mano a mano o dar un pase atrás y volver a empezar. Eso en cualquier equipo hubiese estado bien, pero si Newell’s se define como gran equipo por sus continuos movimientos en ataque que confunden constantemente a la defensa rival, ¡era obvio que íbamos a jugar así de mal! Tuvimos que adaptar nuestro juego para asistir a Trezeguet ahí arriba, tuvimos que abrir la cancha para tirar centros en vez de abrirla para encontrar huecos. En definitiva, me di cuenta que estábamos jugando a otra cosa y que si ganábamos, iba a ser de casualidad y no por causalidad.

- Nos empataron el partido y se hizo justicia en el parque. No merecíamos ni por asomo el gol, pero el fútbol te da esas alegrías a veces. Fue un centro de tres cuartos de cancha anunciado que cabeceó majestuosamente Trezeguet y la mandó a la red. Con el partido ya empatado me pregunté, ¿cómo puede ser que los mismos jugadores que antes daban los pases al pie con mucha precisión, hayan errado pases tan simples? Casco y Cáceres jugaron muy mal. Es más, si no hubiesen salido campeones y este fuera su segundo o tercer partido, se iban puteados. Igual, el hincha se enojó con ellos y con el equipo en general, incluso cuando jugábamos la pelota para atrás. Creo que todos sabíamos que el equipo podía dar mucho más de lo que dio.

Sin más palabras, lo que pasó el sábado me entristeció y me hizo pensar que no aprendimos de nuestros errores pasados. Trezeguet ya fue titular en otros dos partidos donde Newell’s jugó mal, y ahora lo volvemos a poner de titular solo porque lo pide la gente. Los de afuera son de fierro cuando te apoyan, cuando tiran todos para adelante, pero a veces somos de palo cuando nos creemos todos directores técnicos. Somos así.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO
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