Bronca, calentura, impotencia. Eso y más, siento cada TRIPERO, cuando Maglio marcó el final en Floresta.
Perdimos un partido imposible, nos ganó un rival que no atacó nunca y la explicación son los dos errores inadmisibles que cometió el equipo despúes de dos laterales al área. Increíble.
GIMNASIA no había hecho un mal partido. Pero si atacás mucho y no la embocás y te defendés poco y mal, no hay equipo que aguante. Se volvió a ver desconcentración y preocupa. Lo que era una gran campaña, se desdibuja por errores propio y no por virtudes ajenas.
¿Es para preocuparse? Sí. ¿El equipo necesita cirugía mayor? No. La defensa tuvo un partido horrible, pero es la misma que fue la base de todo el ascenso y que ya en primera sostuvo varios resultados. No es cuestión de cambiar nombres, es cuestión que los nombres estén atentos, despiertos y concentrados.
También preocupa el nivel de los de arriba. Gimnasia genera mucho, pero concreta poco, casi nada. Pedro probó con todos los nombres pero ninguno logra ganarse el puesto. Eso se paga y caro, con puntos y puestos en la tabla de posiciones. El equipo también extraña a Pouso, falta equilibrio y experiencia en un mediocampo que le cuesta entender y manejar los tiempos de los partidos.
El objetivo de 25 puntos parecía que estaba abrochado. Nada de eso, los últimos resultados encendieron la alarma y cuando queríamos 30 ahora vemos con buenos ojos y nos conformamos con menos. No hay que volverse locos, hay que ganar los dos de local ( Argentinos y Quilmes) y robar algo de visitante para tener unas fiestas en paz.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
