El pragmatismo sostiene que sólo en el debate entre organismos dotados de inteligencia y con el ambiente que los rodea es donde las teorías y datos adquieren su significado. Rechaza la existencia de verdades absolutas, las ideas son provisionales y están sujetas al cambio, a la luz de la investigación futura.
Para los pragmatistas, la verdad y la bondad deben ser medidas de acuerdo con el éxito que tengan en la práctica. En otras palabras, el pragmatismo se basa en la utilidad, siendo la utilidad la base de todo significado.
La escuela bilardista hace del pragmatismo su razón de ser. El caso más actual y perfecto para ejemplificar dicha corriente es el Estudiantes de Sabella, más precisamente el del 2010. Un primer semestre con jugadores como Clemente, Sosa, Benítez, Verón, Enzo Pérez, la Gata y Boselli, conformando quizás el equipo más vistoso de la historia pincha. Pero con un segundo semestre muy distinto, con la Gata solo de punta y con laterales volantes como Rojo y Mercado. Dos equipos totalmente diferentes pero con objetivos similares. Sabella supo adecuarse a las características de los jugadores que tenía y se adaptó a la realidad utilizando el criterio de eficiencia de una manera magnífica. Eso es pragmatismo.
La escuela bilardista busca variantes, estudia, pasa tiempo trabajando en el laboratorio para luego poder exprimir los recursos al máximo. La obsesión es superarse, intentar cambiar los paradigmas, revolucionar el saber del fútbol, lograr estructurar sistemáticamente un conjunto de conocimientos. La escuela bilardista es ciencia. Pero también es familia, es humildad, es esfuerzo, es respeto. Es una forma de vivir, de pensar, de pararse frente a la vida.
De aquí en más, sólo nos queda esperar que Pellegrino siga llevando a la práctica esta teoría que tanto nos representa. No hay que olvidar que mientras más pragmático sea el equipo, mejor nos irá. Porque ser pragmático es obtener el mejor resultado posible contemplando la cantidad de recursos disponibles. En fin, ser pragmático es transitar con sabiduría el arduo camino para lograr el objetivo máximo, que no es otro que ganar.
¡Viva el pragmatismo! ¡Viva Estudiantes de La Plata!
¡Viva el pragmatismo! ¡Viva Estudiantes de La Plata!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PINCHA - @DrBidon
