Ya lo habíamos visto contra Independiente de Mendoza, aunque se había escapado el triunfo en el final. Contra Duglas, los que pudieron ver el partido dijeron que todo había sido como durante el torneo, pésimo. Pero ahora con Banfield se volvió a ver a un equipo, como contra la lepra, ordenado, aguerrido y buscando un objetivo.
Contra los mendocinos, Huracán dio vuelta el resultado y rápidamente se dispuso a defender la diferencia. Si Arraya hubiese estado más certero, el globo habría estirado la diferencia y el resultado habría sido otro. Ni voy a hablar de la jugada del último segundo.
Contra El Taladro se vio un partido parecido. Huracán no es un equipo que proponga mucho, más bien espera. Deja venir a los rivales. Intenta pero hasta ahí. Diría que se adelanta intermitentemente pero sin ser ofensivo. Estas jugadas colectivas, pequeños intentos, no son las que van a definir los partidos porque Huracán solo va a ser punzante en los contragolpes, el error del rival, en el uno contra uno o dos contra dos. No va a hacer una jugada colectiva de cuatro o cinco jugadores tocando la pelota, buscando el hueco, el movimiento preciso o la explosión. Por lo menos por ahora, que intenta salir del perdedor. Después, si se consolida como protagonista deberá buscar las variantes para conseguir los resultados, yendo a buscar los partidos.
Hasta acá, fútbol. O una mirada, solo una, sobre el equipo.
A partir de ahora, el sueño.
Cayendo en un lugar común, podría decir que la ilusión es al hincha como libertad al preso, con la salvedad de que los quemeros tenemos el peor de los abogados del mercado, del estilo de abogado que sale en el programa de Mauro Viale. Con lo cual nuestra perspectiva de libertad esta, pero es invariablemente chiquititita.
Siempre se habla del estado anímico en el mundillo del fútbol. Yo pienso, en base a lo que vi, que es el momento de que todos nos volvamos a ilusionar. A agarrarnos de esa pequeñísima esperanza y proponernos jugar un mini torneo. El campeonato empieza mañana y termina a fin de año. Son cinco fechas. De las cuales dos son con rivales que tienen menos puntos que Huracán (hay que tener menos puntos que nosotros!!) que son Villa San Carlos, el último de la tabla y Sarmiento. Después viene Talleres de local y se complica un poco con Unión de visitante. Por último, cerramos con Almirante, que hoy tiene la misma cantidad de puntos que nosotros.
Tengamos en cuenta que Huracán con la campaña desastrosa que viene haciendo esta a 9 puntos de los lugares de ascenso. Quedan 15 en juego este año y después todo el semestre que viene. ¿Qué pasa si sacamos 12 o 13 puntos? ¿Decime si no te cambia el panorama? ¿Si no se te enciende la llamita?
No se tu, pero yo creí en Papa Noel, en la educación cristiana que recibí en la primaria y en la secundaria, en el amor a primera vista, en la pose rockera, en los troskos del barrio, en los mensajes de texto que decían que me había ganado un auto 0km, en que al que madruga Dios lo ayuda, en la televisión, en mi patrón, en la Alianza, en que Schiavi se había cogido a la gringa esa del cine, en el Ole y ni menciono a los “ídolos” de Huracán que vinieron a salvarnos. Solo me falto darle bola a José Maria Domínguez, creí en todo y en todos durante esta perra vida. ¿No me voy a ilusionar en esta? Vamos…
Vení quemero. Unámonos en búsqueda de la libertad, todavía estamos flojitos de papeles pero quien te dice, quizá nos toca un juez justo. Metemos tres o cuatro escrititos y estamos bien parados para pelearla hasta el final. Vamos, peor sería siquiera intentarlo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO - @1mtrQuemero
