Algunos seguirán pensando que la presión se ejerce hablando, declarando, denunciando o señalando con el dedo. Afortunadamente, esas prácticas se mudaron de San Lorenzo y se fueron para otros clubes con abultados billetes para destinar a la adquisición de humo. El Ciclón mete presión con hechos, ganando y obligando a ganar. Simple. Las palabras quedan para después.

Acá hay un equipo con identidad y con una idea clara. Una solidez en el esquema que obliga al rival a adaptarse a su propuesta y no a la inversa. Protagonismo se lo llama. Tiene sus riesgos, claro está. Porque de tanto ir, a veces la tenés que ir a buscar adentro. Pero tal cual lo aprendiste en la facu, o cuando invertiste en ese fondo buitre yanqui que compra bonos de países de tercera; a más riesgo, mayor ganancia. Eso sí, puede que te declaren el default y la quita del 70%, o que te empaten después de ponerte 2-0 en diez minutos. Son riesgos… bienvenidos sean.

En estas pocas fechas que quedan, irán cayendo de a uno los falsos pretendientes al título. Algunos fueron bajas este fin de semana, algunos lo serán el que viene. Al Ciclón le dan la tarea de subir la vara de arranque para que los equipos que no están a la altura, no pasen el salto y queden afuera. Hundido Belgrano, viene Rafaela. En una cancha chica en comparación con las demás, una cancha ínfima en comparación con el Nuevo Gasómetro. Lo importante es seguir con la idea de juego, ganar y meter presión. Mucha presión. Demasiada presión para algunos…

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO