Otra vez, como era de esperarse, la realidad nos bajó de un hondazo. Nos mostró lo que realmente somos, de la manera más cruda. Eliminados de locales, después de una verdadera exhibición de fútbol por parte de Lanus. En noventa minutos se mostraron todas las miserias futbolísticas de un equipo que nunca lo fue. Que siempre prometió más de lo que demostró, que nunca se consolidó, que se quedó en intenciones.

Un nuevo semestre tirado a la basura y van… ¿Hasta cuándo? ¿En qué momento va a haber un cambio? ¿Cuándo será el fin de esta oscura etapa? Muchos interrogantes corren por la cabeza del hincha millonario. Y es lógico, claro, estamos acostumbrados a otra cosa. Mamamos otro fútbol y obviamente, nunca nos acostumbraremos a la mediocridad, esa que parece ser sinónimo de la banda en los últimos años.

Diciembre parece estar lejos y estos dos meses de jugar sólo por la camiseta de poco servirán. Queda esperar a que el cambio llegue en las urnas, que el hincha de River decida quién nos manejará por cuatro años. Sólo espero a una persona capaz y racional, que nos de la seriedad que merecemos y permita sacar al club adelante.

Lo cierto es que ya cansa esperar el cambio mientras siguen sucediendo las desilusiones. Cuesta ver a River así. En diciembre vendrán cambios y sólo espero que sean para mejor, cuando se toca fondo lo único que queda es ir para arriba. Vamos River, carajo.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L