Mientras escribo estas lineas, miro de reojo la tv y veo en el arco de la Selección Argentina a Romero. No tengo dudas que Orión es el mejor arquero del país y que merece ponerse los guantes del equipo nacional. Pero esa es otra historia, yo no estoy acá para analizar las preferencias del técnico argentino. Mi objetivo es encontrar a los responsables de la ausencia de Agustín en el arco de Boca.

Al primero que apunto es a Sabella. Porque se pasó por las pelotas lo importante que es el jugador en nuestro equipo, para llevarlo de paseo a Estados Unidos. Repito: de paseo. Orión no atajó ni un minuto en la gira. Asimismo, hay que agregar que mientras en esta oportunidad Alejandro mantuvo el perfil bajo y no se hizo cargo de su decisión, cuando dirigía a Estudiantes puso el grito en el cielo por una convocatoria de Enzo Pérez hasta lograr retenerlo en el club.

Otro de los acusados es, sin dudas, el vicepresidente segundo de la AFA y secretario del Departamento de Selecciones Nacionales (?). Este muchacho, que se llama Crespi, parece haberse olvidado que también es vicepresidente de Boca. ¿Cómo puede ser que un tipo con tanto peso en la Asociación del Fútbol Argentino no haya intercedido en la polémica convocatoria del arquero? ¿Tanto le preocupa quedar bien con Sabella para seguir paseando por el mundo con el equipo nacional? Sumado a esta inoperancia, la AFA también aprovechó esta semana para resolver que en caso de triple empate en el torneo, no se disputará el triangular. ¿Cómo permite Crespi que se resuelva eso a esta altura del campeonato? ¿Acaso no es una decisión que debería tomarse antes del inicio del mismo? Boca cayó derrotado con todos sus rivales directos y, por lo tanto, en caso de compartir el primer puesto, perdería el torneo en los escritorios. Increíble.

Indefectiblemente, el máximo responsable es Daniel Angelici. Porque es el presidente del club, porque tampoco salió al cruce ante tamaños atropellos, y porque sigue apostando a Juan Carlos Crespi como representante en AFA.

Ojo, que el árbol no tape el bosque. Boca sigue jugando muy mal. La poca llegada de Bianchi al plantel es alarmante. La falta de ideas y la escasa convicción del equipo para salir a ganar los partidos es incomprensible. La desastrosa preparación física y las lesiones son una vergüenza. Y el bajísimo rendimiento de varios jugadores, preocupa mucho.

Son tiempos de apechugar y de aguantar la que venga. Porque nosotros somos de Boca, señor; así que seguiremos cantando con alegría, porque aunque no salga campeón, el sentimiento no se termina.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE - @Roquelme