Si bien contra el Globo no se jugó del todo mal, al equipo se lo imposibilitado de entrarle a un rival que vino a defenderse —los tucumanos también habían caído al Sola con esa misión— y cuando el equipo parece no encontrar los huecos parece desesperarse y dejar en banda la parte defensiva.
Lo importante es que seguimos primeros —consuelo de tontos— pero si seguimos así tarde o temprano lo vamos a pagar. Con Huracán fue un duelo milenario, claro, en los últimos tiempos tanto Banfield como Huracán llevan una feroz disputa para ver quien revive más muertos. En este partido que Huracán nos ganó revalidamos nuestro liderazgo en eso de andar “reviviendo muertos”.
El temita es que antes ligábamos, ahora el que liga es el rival. Podríamos tener un partido malo —véase partido contra Instituto— pero la pelotita entraba y todos contentos. Y obviamente la gente se impacienta al ver como perdemos los puntos de ventaja que le llevábamos al segundo. Algunos son injustos (o menos pacientes), parece mentira que en apenas un puñados de malos partidos haya “borrado” lo bueno que hizo el equipo hasta fechas pasadas. Un bajón lo puede tener cualquiera (sino pregúntenselo a Almeyda). El tema también pasa por los rivales. En un fútbol hiperestudiado, el rival hoy más que nunca basa su estrategia en la del rival y Banfield no ha mutado su estrategia desde la fecha uno, tal vez nos hayan sacado la ficha y es momento de adaptar la cosa.También está el tema de la mufa, como nos han mufado últimamente. Que el Banfield de Almeyda esto, que lo otro. Se veía cada piedra por la Mouriño y por la Suarez que mama mía. Tarde o temprano eso te hace efecto, uno no cree en las brujas pero que las hay, las hay.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TALADRO - @Yuainjaim
