Hace unas notas atrás, les comenté acerca de una pobre actuación que tuvo un jugador de Newell’s. Un mediocampista que siempre se posiciona de lanzador y, como ya he dicho antes, se convierte en eje del traslado de la pelota del equipo. El tipo sale del barullo de volantes para buscar el hueco y ya tiene pensado de antemano a donde va a poner la pelota, y cuando recibe solo en tres cuartos, busca un pase que rompa la última línea defensiva. De Lucas Bernardi depende muchísimo Newell’s y es por eso que se nota mucho cuando juega bien o cuando juega mal. Hay que ser sinceros. Si Bernardi jugara excelente todos los partidos, sería el cinco de la selección. Ocurre que tiene pasajes en algunos partidos donde no pasa bien una pelota, y eso se siente mucho en el equipo, sobre todo porque todas las jugadas pasan por él. Ahora bien, es maravilloso ver a Bernardi jugar como lo hizo el domingo. Lo ves y te das cuenta que el pico de rendimiento de Lucas es altísimo. Es un jugador que, si está en sintonía con su mente, puede hacer jugar brillantemente a Newell’s.
Por otro lado, bien distinto, tenemos un cúmulo de jugadores que están todavía adaptándose al medio. Se comenta mucho que los jugadores más chicos suelen rendir más cuando el equipo anda bien, pero yo creo que es un poco al revés. Hay jugadores que ven que los titulares juegan bien y cuando les llega el turno, sienten una presión importante de estar a la altura del equipo, algo que puede llegar a jugarles en contra. Imaginen el caso de un pibe que debe entrar en lugar de un jugador que no caza una y es silbado por toda la tribuna, el chico va a tener la tranquilidad de que peor que a al otro no le puede ir.
Todo lo que expliqué en el párrafo anterior, es lo que siento que le pasa a Tonso y a Muñoz, entre otros jugadores. Tonso insinúa bastante, pero no logra capitalizar mucho. Me gustaba más el pequeño Martín que aparecía en los momentos complicados, donde Figueroa no andaba bien. Extraño, ¿no?. ¿Qué piensan de Muñoz? Creo que no jugó mal estos partidos, pero también le faltan cinco para el peso. No sé si ustedes lo ven igual que yo, pero creo que todavía tienen que terminar de cumplir con la expectativa que generan.
Por último, quiero mandarle un saludo a Humón Díaz que todavía no debe poder sentarse del dolor, otro saludo a Leo Ponzio, gran admirador de la lepra, todavía lamentándose de jugar en River, a Barovero que me inspiró al título de la nota y les dejo a los leprosos un poco de información del importante clásico que se nos viene: Parece que no juega Agüero, por ahí es titular Maxi contra los uruguayos. Saludos desde la punta.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO
