Una vez más pasa algo que nos hace analizar un partido de GIMNASIA a partir de factores externos y no propios. Esta vez fue Giannini que, insólitamente, salió a dirigir creyendo que cada foul era amonestación. En medio de ese desastre que armó el árbitro, el más perjudicado fue Gimnasia que se quedó sin Barsottini, lo que cambió el partido.
El punto deja sensaciones encontradas. A priori era un partido para meter un triunfo de visitante y pegar el salto para mirar la tabla pensando arriba. Y esto quedó claro cuando once contra once GIMNASIA era más y manejaba el partido. Con el diario de lunes, el punto sirve. Jugando 50 minutos con uno menos y de visitante, el equipo demostró una vez más personalidad y sigue sumando.
Es difícil analizar al equipo con semejante arbitraje que desvirtuó el partido por completo. GIMNASIA salió a jugar bien parado y encontró el gol cuando era más que el rival. Tigre encontró el empate con una pelota parada y de ahí en más empezó el show de Giannini. Con uno menos, el equipo supo aguantar y tuve algunas ocasiones para llevarse los tres puntos. El empate termina siendo justo.
Imposible dejar fuera de este análisis a tres nombres que ya no sorprenden pero por eso no dejan de emocionar. Monetti, Licht y Mussis, fueron claves para sostener al equipo, dejando bien en claro que este equipo sabe y entiende que por GIMNASIA hay que dejar el alma.
Pasó otra fecha, se sumó de visitante y sirve. Ahora hay que ganar el sábado en el Bosque para que este punto tenga aún más valor. Vamos por buen camino, hay que dar pasos cortos y seguros para llegar a diciembre tranquilos, con un colchón de puntos que nos permita en un futuro pensar en cosas grandes.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
