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08 octubre 2013

SILENCIOS ATROCES


08 octubre 2013

El silencio es la ausencia total de sensación auditiva. Y el primer caso de silencio agudo ocurrido en el país data del 2004. Se produjo en el barrio de Núñez, precisamente en la cancha de Riber, epicentro de este fenómeno. Cuando 11 tipos de azul y amarillo silenciaron a 60 mil personas que se quedaban sin consuelo y sin Copa.

El segundo silencio atroz se produjo cuatro años más tarde. Corría el 2008, cuando el propio Ramón Díaz dejó afuera del certamen continental al equipo de Núñez y otra vez las miles de almas se llamaron a silencio en medio del partido. Sin embargo, que no haya sonido alguno, no siempre quiere decir que no haya comunicación. El silencio nos ayuda en pausas reflexivas que sirven muchas veces para tener más claridad. Así explicaba este asunto el Dr. Ahumada: "Después del gol, el estadio enmudeció. Yo he jugado en la cancha de Boca ganando 2 a 0 y el estadio se nos venía abajo. En el Monumental se sintió ese silencio atroz y quizás después quedó expresado en la cancha".

En 2011, un grupo de cordobeses se acercó hasta Buenos Aires para vivir ese momento tan especial. Chiqui Pérez, Farré, Pereyra y compañía dejaron en evidencia que cualquier rejunte podía generar el polémico fenómeno. Esta vez, el silencio fue más innovador, ya que luego se convirtió en quema de estadio propio y golpes a jugadores. Y fue el punto de partida para pasear el silencio por el interior del país durantre un año.

El domingo pasado se produjo por cuarta vez el ya no tan extraño fenómeno. Durante el mediodía se vio alterada la paz de Puerto Madero por miles de hinchas de Boca ahogándose en un grito de aliento y jurando que nunca jugarían en silencio. Pero el contraste no tardaría en llegar. Otra vez en el norte de la Capital Federal, mismo escenario, pasadas las 18:30. Esta vez el autor del silencio se llamó Gigliotti, que horas más tarde comentaría: "Cuando vi que la pelota entró y nadie gritó, me fijé si era legal. El silencio era muy grande". Esta vez, el ritual fue cortado de cuajo por los propios jugadores de la visita, que en medio del sosiego hicieron la habitual consulta sobre qué se siente jugar el Nacional.

Esta crónica no puede terminar sin antes pedirle al lector un minuto de silencio, para Riber que está muerto... shhhhhhhhhhhhhh.

Chau, felicidades.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE - @Roquelme
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