Más todavía cuando las cosas son injustas, cuando tu equipo no liga, cuando la pelota no quiere entrar y te patean dos veces y te hacen un gol. River siempre jugo mejor y bajo ningún concepto mereció perder, pero el fútbol no siempre es justo. También es verdad que el fútbol no se trata de merecimientos, sino de goles, y la palabra gol y River hace largo que son antónimos.
Es que nos cuesta muchísimo generar situaciones, y cuando las generamos, las tiramos a la basura. River intentó todo el tiempo, por todos los medios, pero cuando tenés el arco cerrado podés jugar dos días seguidos que no la vas a meter. Para colmo de males, la defensa tuvo una tarde para el olvido, y jugadores que son clave, como Vangioni y Maidana, tuvieron bajos rendimientos. Lo mejorcito vino de Colombia, los tres jugaron un partido bueno, como se tienen que jugar los clásicos, metiendo y corriendo constantemente. El factor desequilibrante del ultimo encuentro, Teo, fue el mejor de la cancha jugando de enganche, fuera del área, armando el juego. El lugar que vino a ocupar el bajisimo Fabbro lo tuvo que tomar él y lo hizo muy bien, pero yo lo quiero en el área.
Bien o mal, Boca cumplió, defendió su arco, molestó siempre y marcó cuando tuvo la oportunidad. Se llevo 3 puntos siendo amarrete, haciendo tiempo y jugando en su campo. Salvaron el año, como siempre ganaron la final del mundo. ¡Cómo revivimos muertos, Dios mio!
¿Cómo seguir? ¿Cómo se está bien anímicamente después de perder un clásico? Esas son las preguntas que tendrá que responder Ramón de cara al próximo partido. Hay que levantar la cabeza y seguir, ahora lejos del torneo, habrá que enfocarse en la Copa. Será cuestión de buscar mayor solidez defensiva y empezar a meterla cuando llegamos al arco rival.
El amor por los colores es algo tan lindo que, a pesar de las cargadas y la bronca por haber perdido así, solo tengo clara una cosa: yo sigo siendo de River.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L
