Pasó otra fecha más y acá estoy, como siempre, como todos los martes, intentando buscarle una explicación a todo esto. Pero no la encuentro. Todo lo que te puedo decir del partido es lo mismo que vas a leer en distintos medios partidarios y nacionales. Olimpo volvió a jugar mal, desprolijo, desordenado, sin ideas y hasta por momentos, sin actitud.
Cuando uno no grita un gol sobre la hora con la euforia que se merece, es porque algo no está bien. Y siento que ese gol fue una mentira que no hace más que tapar otros problemas. Olimpo volvió a ser más de lo mismo. Vi once jugadores correr dentro de la cancha sin rumbo, sin eje. Con un técnico que hace cambios que no se entienden, esquemas que los jugadores no logran captar.
La impotencia se adueña de la escena. Impotencia porque las cosas no se dan como se planifican, impotencia porque en vez de hallar respuestas a interrogantes que se abrían partidos anteriores, nos encontramos con nuevas fisuras. Impotencia porque quien debiera aportar la solución, pareciera ser parte del problema.
Y nos retiramos de la cancha con las cabezas gachas. Las falencias van aumentando fecha a fecha, e inversamente caen nuestras ilusiones, minuto a minuto, jugada a jugada. Es que realmente, quien intente hacer un análisis más allá de los resultados, las conclusiones no dejarían de ser igual o más preocupantes.
Volvimos a jugar en casa con la idea de ver un equipo ofensivo, metedor y con ganas de conseguir los tres puntos. Imaginaba un equipo que sepa aprovechar los momentos, que sepa considerar cuando se puede jugar y cuando hay que reventar la pelota. Volvimos al Carminatti esperanzados por encontrar un equipo ordenado, pensante, pero por sobre todas las cosas, confiando de haber aprendido todos los gravísimos errores que se cometieron partidos anteriores.
Pero lamentablemente ocurrió todo lo contrario. Olimpo sólo mostró orden durante los primeros minutos del primer tiempo. No obstante en el complemento no mostró nada de nada, no mostró ni un punto destacable, ni un eje sobre el cual empezar a construir algo. Lo bueno que se había demostrado en los primeros pasajes del partido se borró en cuestión de minutos con un segundo tiempo totalmente para el olvido. Sí, no exagero…
Así está Olimpo hoy, deambulando entre los últimos puesto en la tabla de posiciones y últimos en los promedios. Sin ganar de local y perdiendo de visitantes. Bancando un “proyecto” pero dejando ir a pibes del club (Mauri, Furch, Ibáñez, etc) que hoy podrían ser parte importante del primer equipo. Proyecto que se inicio con el gran De Felippe y que, a mi parecer, terminó cuando decidieron echarlo.
Entonces, si hablamos de proyectos, seamos serios.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO - @joaquincamicia
