Otra vez a escribir
sin ganas. Está bien que con Boca en La Bombonera era a priori un partido
perdible, pero tampoco se puede pensar en evitarlo si no se encara pensando en
que se juega 11 contra 11 y que hay que ser inteligentes, en todo caso precavidos,
pero no miedosos. La austeridad no es negocio.
Por querernos cuidar,
terminamos encerrados en nuestro campo y con la viveza de dejar que Riquelme y
Gago hicieran lo que quisieran. Y cuando el equipo más o menos empezó a andar
relativamente bien, vinieron cambios que lejos de traer una mejora, achancharon
al equipo y se acabó con lo que se podía soñar. Lo poco que generó Quilmes, se
esfumó entre alguna chance desperdiciada y la polémica de un empate que todavía
se discute si fue bien o mal anulado. De todas formas, particularmente creo que
igual lo perdíamos.
No sé qué pensar ya
de este Cervecero. Arrancamos bien, hoy la estamos pasando muy mal y no se sabe
a quién apuntar. Se le puede echar la culpa al técnico que todos aplaudieron al
ser traído por la dirigencia, a la cual también se puede putear; se le puede
echar la culpa a los jugadores; se puede culpar a la noche, a la playa, a la
lluvia... perdón, me distraje. Mejor se puede entender que hay aportes de
varios para este presente y ponerse las pilas todos de una vez. Ya se cambiaron
esquemas, formaciones y nombres, pero terminamos siempre en la misma. Por
momentos no sé si lo que tienen que hacer es remarla o encerrarse en el
vestuario cantarse entre todos la posta, sacarse las caretas, limar asperezas
si es necesario a las piñas, pero que cuando salgan, sea con otra cabeza.
Yo confío todavía en
Quilmes, porque va recién 1/4 de torneo y los números todavía nos acompañan.
Estamos acostumbrados a los bajones futbolísticos, sabemos que pueden irse así
como llegan, y creo que con el plantel que hay, alcanza para tener un papel
digno en la temporada. Pero para eso, antes que nada hay que tener vergüenza y
amor propio para salir de ésta. Hay que levantar con urgencia la cabeza porque
esta nueva derrota nos dejó con 1 punto de los últimos 12, y con lo que nos
pasó en La Boca, quedamos hasta los dientes.
Por lo menos así lo
siento yo.
ADELANTADO CERVECERO
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