¡Bueno bueno! A esta altura, ya miraste el partido, sea desde el 15 de abril, sea desde un televisor sintonizado en la TV pública, sea desde una pantalla de PC, o si sos un poco  masoquista, o no te quedó otra, o estabas aprovechando el feriado para por ejemplo pescar, volviste a los primeros amores y te fumaste el partido por radio, con fritura de fondo agregada.

Poco importa en realidad, ya disfrutaste la hermosa victoria en casa de UNION es Santa Fe, con jerarquía para borrar del verde césped al Halconcito de Varela, con una defensa terrible con el Coto enchufado, y un uruguayo despiadado que se comió la cancha, jugando a la pelota como tiene que ser. Todo esto adornado por un estadio repleto, donde los únicos huecos vacíos son los de las tribunas en construcción, aquellas que hacen posible la gente, y donde se adivinan futuros corazones tatengues paralizándose un nanosegundo en el instante previo al que la pelotita, ese objeto de deseo, cruce la línea de meta, y desate el carnaval. Festejo loco que esta oportunidad se vivió por triplicado, no apto para corazones con afecciones cardiacas. O sí, quizás porque la alegría mística de un gol de unión tiene la propiedad de curar los corazones, y establecer un estado alfa que si bien dura una semana, hace que hoy en día, la mayoría de Santa Fe se haya levantado con una sonrisa cincelada en la cara y el pecho hinchado un par de centímetros más, porque aloja un corazón rojiblanco. ¡Que se note, que se estiren las remeras/camisas y que revienten los corpiños aumentados un talle por el pecho hinchado de orgullo gritando “Soy tatengue”!

Fecha a fecha, pasito a pasito, se va alimentando un sueño en cada Hincha de UNION, que ve como el equipo responde, la institución crece, las tribunas se colman en cada convocatoria, y a su lado solo se vive en estado de gracia, alegría plena por la pertenencia a los colores. Con estreno de casaca incluido, nada faltó a la cita. Fútbol, buen clima, gananciosos, esperanza y sueños que se van cimentando. La espera obligada de 15 días hizo que se disfrute un poco más esta fecha, no se ustedes, amables lectores, pero yo tenía un grito de gol atragantado en la garganta.

A seguir por este camino. Que se venga cualquiera, sea taladro, halcón, tallarín, colectivo, gloria, lobo, patrón, decano, rojo, vinatero, o como pucha se haga llamar. A todos se les aplicará la misma medicina. Una dosis de buen fútbol desde el rectángulo de juego, y una demostración de amor incondicional desde la tribuna, para que aprendan un poquito como se siente, de que se trata esta magia tatengue, que vean hecha realidad la pasión.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TATENGUE -. ‏@adelantadoUnion